"Puppy" (Oleg Dou) |
Las pupilas eran inmunes al impacto de luz dirigida. Ni una sola reacción, ni un mínimo movimiento. Los especialistas intercambiaban miradas de asombro mientras una enorme cantidad de estudios oftalmológicos se arrumbaban inútiles en un rincón del consultorio.
-No le encuentro explicación. –murmuró azorado uno de los oculistas.
Morando, el cabo de la Federal que la había llevado hasta el hospital, maldijo entre dientes. Cuando regresaron a la delegación, el comisario lo miró expectante.
-Le juro que no entiendo, señor. Los estudios certifican que sus ojos se encuentran en perfecto estado.
-Entonces no hay nada que hacer, los vamos a tener que liberar. -masculló el policía abrumado.
La ubicaron junto a un viejo escritorio y le alcanzaron un vaso de agua. Estaba muy pálida y parecía menor a la edad que tenía. Morando se acercó y le dijo:
-Ya viene a buscarte la asistente del fiscal.
Ella apenas asintió con un leve gesto de cabeza. En ese momento, unos guardias de seguridad atravesaron el salón acarreando a los acusados. Eran un hombre y una mujer, ambos estaban esposados. La voz del detenido retumbó sarcástica entre las paredes del salón.
-¡Ya les dije que es una mentirosa!
Como si alguien hubiese pulsado un detonador imaginario, la chica parpadeó dos veces. Fue como si una súbita lucidez se abriera paso a través de un túnel largo y sinuoso.
-¡Te dimos todo, ciega de mierda! –bramó el hombre con desprecio.
En ese instante la escena quedó suspendida en el tiempo. Por primera vez en muchos años sus pupilas dejaron de mirar la nada y se posaron sobre las dos figuras que caminaban frente a ella.
La voz de la niña se alzó acusadora.
-Fueron ellos dos. Mi tía y él.
El cabo Morando no daba crédito de lo que estaba escuchando.
-¿Estás segura? –y agregó titubeante- ¿Los ves?
-Perfectamente.
Entonces recordó la mañana de su décimo cumpleaños, cuando imaginó que su mente era un gran libro donde se almacenaban las imágenes y se guardaban los recuerdos. Un libro que ya no quería completar ni leer. El día fatal durante el cual -ella comprendió- era indispensable dejar de ver.
Hasta que llegara el momento oportuno de rescatar las imágenes de la biblioteca... Me queda una duda ¿habrá sido consciente o un disparo de su instinto de conservación...? Muy bueno Bee!!! Abrazo
ResponderEliminarMe inquietas más que la ilustración que acompañas. ¿En realidad no serás pariente lejano de Hitchcock my sis?
ResponderEliminarQue seres tan Dickensianos en su crueldad'
ResponderEliminarUna freídita en la silla eléctrica les daría que pensar.
No ver, no oír, no hablar: algunos de los mecanismos de defensa que, más o menos inconscientemente, usamos para sostener esta realidad.
ResponderEliminarEl tema del recuerdo me apasiona, hay explicaciones psicológicas, mitológicas, poéticas, etc., pero no hay una que termine de convencerme.
Sentí que la foto me influyó demasiado al leer el texto, no de la mejor forma, debo confesar.
Liked it much!
A big kiss, my BeeBee.
HD
PEREGRINO:
ResponderEliminarMuchas gracias, amigazo. No sabría decirte. Creo que existe una gran mezcla de ambos, no?
Abrazo grande!
SERGIO:
Guauuu!!! Qué honor, bro!!! Te confieso que este cuento me da un vértigo...
Abrazo!!!
CARLOS:
Muy bueno, Carlitos! Y no puedo negar (en estos casos no soy contemplativa) yo misma los freiría.
Un beso para tí!
HUMBERTO:
Uyyy, Negro... A mí el tema de los recuerdos me hace ruido siempre. Hacemos cada construcciones! Agrandamos, ocultamos, dibujamos...
Viste lo que es la foto? Oleg Dou es un fotógrafo holandés muy heavy. Es uno de mis favoritos. Y sí mete miedo...
Thanks a lot, milord.
A big hug for you, dear friend!
Suspendida en el tiempo la niña ciega puede verlos perfectamente, eran ellos, los mismos que escribieron su incompleto libro de recuerdos... ¿Y para qué seguir viendo? Es una decisión irrevocable frente a la luz. Impresionante relato, Bee, me ha impactado su genialidad.
ResponderEliminarLa mente puede llegar a hacer cosas asombrosas, incluyendo lograr que un órgano deje de funcionar. Un besote!!!
ResponderEliminarTodos hemos transitado los estados de ceguera, sordera, mudez y demás sentidos, en algún momento de nuestras vidas -Suele pasar con algunas relaciones, sean de pareja, laborales, políticas...La foto y el texto realmente crearon un maridaje sorprendente! Beso!
ResponderEliminarPD: BTW como anda el tujes? :-)
ResponderEliminarBee, es una historia trenzada con elegancia y a la vez con crudeza. La niña que no quería ver por los momentos vividos es tan aplastante el relato como los desgraciados de su tía y el otro.
ResponderEliminarSaludos
oooohhh!! que texto fuerte!
ResponderEliminarel instinto de preservación que le llaman!
tremenda historia Bee
ABRAZOS AMIGA
Qué niña más inquietante Bee!, da hasta un poco de repelús así además, asociada a esa pintura. A saber lo que vería ese día para no querer ver más.
ResponderEliminarCreo que a todos nos ha pasado el bloquear esos recuerdos que una vez nos hicieron tanto daño.
ResponderEliminarexcelente relato muy a lo ALFREDITO el psicosis jajajaja
La foto es de miedo... confieso que me impresionó al verla.
Amiga, pues ya sabe lo que pienso de sus escritos y redundar sería pos una redundancia jajajaja
un abrazo...
carlos
JULIE:
ResponderEliminarMuchas gracias por tus generosas palabras, Julie!!!
Has bordado el comment con tu calidad de siempre.
Todo mi cariño, amiga!
MI ÁLTER EGO:
Así es, mujer! A veces es la única forma de huir de tanto dolor.
otro beso para tí!
ATO:
Es cierto, Pepe! Quién está libre de pasar por momentos de merde? Y sí el combo texto e imagen es mortal.
Besos miles, Tiger!
P/D: El tujes dueleeeee!!! El moretón ya está en la etapa morada verdosa... Fuck!
NEL:
Muchas gracias por tus palabras, Nel. Historia difícil para contar. Me resultó bien cruda y la intención era evitar el golpe bajo.
Otro saludo para tí, amigo!
ESCARCHA:
Hola, Diana! Sí, un texto denso. Como le decía a Patri por FB, a veces necesito alzar la voz con respecto a ciertas tragedias cotidianas.
Besos embrujados, morocha linda!
ZAVALA:
Así es, querido Zavala. Es una historia donde el espanto sobrevuela y hasta me mimetiza con la pobre niña.
Abrazo fuerte!
INNOMBRABLE:
Muchas gracias, Carlos!!! Y te agradezco la fidelidad para con mis escritos. Espero ponerme a tono con los tuyos ;-) Insisto, tu productividad me impide leer todo lo que quisiera!!!
Un beso para tí!
A si si si...uno se defiende como puede y le sale.
ResponderEliminarBuen relato amiga Bee!
Abrazo
Bueno, este es un magnífico cuento Bee. Pero yo sigo con eso de la recreación que le pones. Veo a todos moverse, veo el parpadeo y veo cuando ella ve. Veo cuando dejó de ver la niña ciega y no me importa por qué. Me encuentro consciente en el momento que leo observando lo que pasa como si lo leyera desde dentro de esa habitación.
ResponderEliminarAbrazos
MAGAH:
ResponderEliminarAbsolutamente de acuerdo, mi linda Magah! Como puede.
Besos miles, reina!
ANTONIO:
Muchas gracias por la generosidad de tus palabras, Antonio. Para mí, poder llevarte hasta las entrañas de la historia, es maravilloso.
Abrazo enorme!
Dejar de ver es una razonable huida que todos ejecutamos, en cierta forma. Saludos
ResponderEliminarTotalemte de acuerdo contigo, amigo. A veces no hay otra salida.
ResponderEliminarSaludos y gracias por leer!
Bee como me has refrescado esta tarde de verano! Sin duda tú si sabes dónde esta el conector para que sigamos ávidos el relato sin sospechar el desenlace...
ResponderEliminarSin duda hay momentos en la vida que el cerebro de una manera u otra relega al cajón del olvido hasta que alguien lo saca a ventilar y no ves como puede menearse.
Besos de helado de gofio.
¡Qué suspenso! confieso que estuve sumergido en el relato y volví a respirar cuando terminó. ¡Es uno de los mejores!
ResponderEliminarEn cuanto a la foto, la de tu perfil, que ahora la cambiaste y se ve más en primer plano, se puede ver que sos hermosa y con una sonrisa que cautiva; mas de uno va a querer quedarse ciego para atesorar tu imagen y no querer ver mas nada!!
Abrazoooo, BEE!!
Hay pusiste tu foto recién la veo
ResponderEliminarQue bella eres!!!!
Tenemeos las dos flequillo y el alma encerrada en chocolate.
Y te leo y me gusta
y me voy dejando un beso
BBdeBaires
GLORIA:
ResponderEliminarMe encanta que disfrutes de la historia, Gloria. Y coincido contigo, muchas veces se esconden las penas, pero tarde o temprano, detonan.
Besos helados para tí también! ;)
CEO:
Muchas gracias, maestro!!! Y gracias también por el halago personal. Caballero hasta la médula! :) Abrazo para vos también!
MUCHA:
Jajaja!!! Flequillos y almas de chocolate. Deliciosos!!! Muchas gracias por estar, amiga.
Besos miles vuelan hacia Miami!!!
sobrecogedor, ¿para cuando editas tu libro?
ResponderEliminarquiero un ejemplar dedicado, ya te doy la dirección.
Por si un día me quieres dar una sorpresa y te acercas a traérmelo.
Besos
Que loca tan genial estás hecha.
ResponderEliminarMe encanta ver tu cerebro en pleno funcionamiento.
Deberían momificarlo cuando fallezcas... si, fallecerás, lo siento... pero las malas noticias hay que afrontarlas con entereza, aunque siempre puedes endulzar tu muerte exigiendo en tu testamento que te entierren conmigo.
Eso si, espero que no hables mucho eh...
Muakkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkk
JOSE:
ResponderEliminarVos porque me querés, Jose... ;)
Y no tengas dudas que con todo gusto me acercaré a Alcalá y te lo entregaré en mano. Vale?
Besos, guapo!
TORO:
Jajaja!!! Volviste??? Ya te iba a mandar al comando policial para que te ubicaran ;-)
Me quiero matar!!! No puedo habalr mucho????? Esa es la condición para compartir la sepultura????? Y bueh, deberás ponerte tapones en las orejas. Jejeje!!!
Besos salvajes, Xavi!!!
A veces el batir del ala de una mosca es suficiente para abrir los ojos y comprehender el sentido real de lo que ha estado sucediendo... mientras lo negábamos como mecanismo de evasión... Cegarse, desmemoriarse, perder el habla... caminos de refugio cuando asola el dolor. Todos lo hemos hecho, pero seguramente no provocado por el dolor inmenso de esa niña. Tremendo Bee, como siempre. Besotes querida mía.
ResponderEliminarAsí es, MEL. Los mecanismos de defensa son inumerables. A veces resultan la única salida para soportar algún intenso dolor.
ResponderEliminarAbrazo enorme!
This is gorgeous!
ResponderEliminarQué buenos la trama y el desarrollo, breve y conciso el relato, me ha encantado.
ResponderEliminarUn saludo, Bee.
Setefilla
Muchas gracias, Sete! Eres muy gentil. Bienvenida y siéntete como en tu casa. Un saludo cordial para tí!
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