septiembre 29, 2010

EL COLECCIONISTA (La curiosidad mató al gato)

Los rayos del sol le entibiaban la piel mientras la espuma de la rompiente le besaba los pies. Caminaba despreocupada y con la mirada perdida en el horizonte. De pronto sus ojos divisaron un objeto que se asomaba entre la arena. Se acercó curiosa.
Ágilmente sus dedos desenterraron la botella. Cuando descubrió el papel guardado dentro de ella, no tuvo más remedio que sonreír. Eran muy pocas las personas que tenían la fortuna de encontrar un mensaje oculto en una botella.
La sonrisa rápidamente mutó en una mueca de asombro. Preocupada, entornó los ojos y miró a su alrededor. Luego volvió a leer el mensaje.
“Sólo cuentas con 2 días para encontrarme. De lo contrario considérate MUERTA.”
Una sensación de creciente incertidumbre empezó a socavar su mente. Lanzó la botella al mar, sin embargo decidió conservar aquel misterioso papel.
De regreso a su hogar y mientras conducía, cientos de hipótesis convergían en su cabeza.
Sentada en el balcón de su departamento, concluyó que la advertencia no
tenía sentido. Era imposible hallar a alguien careciendo de cualquier elemento
de ayuda. Sin duda aquello sólo era una broma de mal gusto.
Vía telefónica, la secretaria del jefe de redacción le recordó terminar el artículo
que tenía pendiente. El fragor del trabajo la obligó a concentrarse y sin más,
olvidó el mensaje que tanto la había contrariado.
Aquella noche apenas pudo dormir. Decidió que era una excelente oportunidad
para probar el nuevo sedante que su amiga le había recomendado. Un rato después
de ingerir la pastilla, cayó rendida en un profundo sueño.
El timbre del teléfono la sobresaltó. La luz matutina ya se filtraba por las persianas.
Su voz sonó pastosa al atender la llamada.
-Ahora sólo te resta un día… -advirtió alguien de modo susurrante.
Asustada soltó el auricular. Miró a través del enorme ventanal. Como de costumbre
la ciudad se elevaba majestuosa. Nada parecía estar fuera de lugar.
Evaluó distintas opciones. Ninguna logró satisfacerla. ¿Qué sentido tenía alterar a su
familia? Mucho menos a los amigos. Recurrir a la policía le parecía más patético aún.
Sin embargo, la llamada había sido completamente real.
Decidió permanecer todo el día en casa. Envió el archivo de trabajo a través del mail y
ordenó comida rápida. Estaba tan susceptible que hasta desconfió del muchacho que le
acercó el delibery.
La segunda pastilla para dormir esta vez fue ingerida con un buen sorbo de vodka.
El efecto fue inmediato. Su mente agitada apenas le plantó batalla al calmante.


Cuando abrió los parpados, sus ojos eran incapaces de reconocer el lugar en el que
se hallaba. Recostada en una especie de sofá, advirtió que estaba atada de pies y manos.
Una cinta adhesiva le tapaba la boca y le impedía respirar con facilidad. Los latidos
del corazón se le aceleraron. La habitación estaba sumergida en penumbras. Un incipiente
aroma a jazmines le obstruía las fosas nasales. De pronto una puerta se abrió.
La figura del desconocido se recortaba en la oscuridad. Encendió una lámpara y se
sentó frente a ella. Tendría alrededor de 40 años. Las gafas oscuras le ocultaban la mirada.
El traje que usaba parecía estar hecho a medida. Su imagen emanaba un aire de
superioridad casi irreal.
-Buenos días Victoria. Un placer conocerla.
Obviamente su condición de secuestrada le impedía responder a la gentileza del saludo.
-Debo confesarle que esperaba mucho más de usted. -agregó el hombre enigmático.
Gruesas lágrimas comenzaron a correr por sus encendidas mejillas. Él no se inmutó.
-Me imagino que una de las preguntas debe ser… -y agregó con tono glacial- ¿Por qué a mí?
Suspiró con desdén y elevando la voz, graznó:
-Y yo le pregunto a usted… ¿Por qué no?
Se levantó lentamente y se dirigió hacia la esquina derecha de la habitación. Apretó
el interruptor y un haz de luz potente iluminó la pared que se hallaba frente a Victoria.
Un mural de dimensiones extraordinarias se erguía majestuoso y mortal. En él, al menos
una decena de fotografías lucían enmarcadas en un brilloso material muy similar a la plata.
Cada documento fotográfico estaba acompañado por un papel idéntico al que ella había
encontrado en la playa.
Orgulloso, fue recorriendo con el dedo cada una de las imágenes.
-Soy cazador y coleccionista, estimada Victoria. Muchas personas coleccionan estampillas,
otras esculturas, muchas otras armas antiguas… Yo, colecciono MUJERES.
Estaba paralizada. Su mente se negaba a aceptar lo que estaba ocurriendo.
Él prosiguió inalterable.
-No logro resistir la excitación que me invade cuando observo la curiosidad con que
las damas hurgan en mis botellas. Es el momento crucial en que me pregunto cuánto
trabajo me costará cazarlas. ¿Opondrán pelea? ¿Intentarán descifrar el misterio?
¿Le restarán importancia y triunfará la incredulidad?
Para ese momento, Victoria tenía los ojos enrojecidos de tanto sollozar. Se acercó a
ella con delicadeza. Sus labios se posaron a escasos centímetros de su mejilla que
estaba humedecida por el llanto.
-No puedo mentirle Victoria. Usted me ha decepcionado. Lamentablemente ha preferido
evadir el desafío.
La daga con empuñadura de marfil apareció de la nada. Cuando el frío metal de la hoja
se posó sobre su garganta, la mujer contuvo la respiración.
-De todas formas quiero que sepa que va a tener un lugar destacado en mi colección.
Va a ser la primera pieza que está allí no porque se lo merezca, sino por haber estado
en el momento y en el lugar menos indicado…
Lo último que vio Victoria antes de morir, fue su fotografía colgando de la pared.
No estaba sola. Los rostros de aquellas mujeres desconocidas, le sonreían ingenuas
desde el macabro mural del Coleccionista.

6 comentarios:

  1. wow, tiene velocidad!
    no me voy a cansar de comentar lo mismo: "MUY BUENO BEE!!!"
    ;-)

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  2. Es un honor para mí, que te gusten mis relatos.
    Un beso enorme reina!!!

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  3. Vine por una propuesta que hizo escarcha... me quedé helado de placer... Escribes muy bien, con un ritmo sostenido, profundo, que desgarra. ¡Muy bueno, felicidades!Seguiré visitándote!

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  4. Un gustazo conocerte Josè!!! El placer es mío!!!
    Gracias por tus elogios. Es muy gratificante recibir mensajes como el tuyo. Es una alegría recibir tu visita. Abrazo enorme!!!

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  5. Jolines, intrigante a más no poder. Mola!

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  6. JAJAJA!!! Ayyy Mus...Sos tan creativa, que hasta los comentarios son divertidos y halagadores!!! Beso y gracias x la visita!!!

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