Como de costumbre, Isabel llegó antes que el resto del personal.
Levantó las persianas y encendió la cafetera. Recogió los pocillos sucios que habían quedado de la jornada anterior y acomodó los sillones del salón de conferencias.
Apoyó la espalda contra el marco de la puerta y se quedó con la mirada suspendida en el vacío. Pronto aquel delicioso silencio se convertiría en un estridente concierto de sonidos molestos. Hacía 6 años que trabajaba allí y aquella rutina se repetía día tras día.
En su cartelera, decenas de memos indicaban obligaciones para las cuales sólo existía una destinataria.
Isabel.
Lo cierto es que una sensación desconocida fue ganando cada centímetro del cuerpo. No podía calificarla. ¿Hastío? ¿Rencor? Cobardía ¿quizás?
Cuando la troupe completa ingresó por la puerta principal, Isa había tomado una decisión. Sus compañeros apenas la saludaron, sin embargo todos le indicaron cuales eran sus necesidades.
Mails, llamadas telefónicas, órdenes de pago, entrevistas con clientes, más tazas de café…
El golpe de gracia se lo asestó su jefe, individuo con el que había establecido un coqueteo infantil e histérico que nunca había terminado en nada.
-Hola, Isa. ¿Me servís lo de siempre? Después acercate a la oficina y organizamos el día.
Le dirigió una mirada gélida, que por supuesto él no notó.
Se encerró en el baño y encauzó la respiración. El espejo le devolvió una imagen inquietante. Hurgó en el bolsillo del pantalón y encontró el papel bastante arrugado. Lo alisó con amorosa dedicación y después de contemplarse por última vez, salió rauda hacia el escritorio principal. Ni siquiera llamó a la puerta.
El jefe, sorprendido ante la intempestiva entrada, solo atinó a mirarla. Extendió la mano y le entregó el telegrama de renuncia.
-¿Qué significa esto? –preguntó el hombre contrariado.
Isabel le dedicó una amplia sonrisa y antes de irse para siempre, anunció:
-La Mujer Maravilla... -acercó su rostro hasta la barbilla de él y agregó- desapareció.
Cuando salió a la calle, una brisa fresca le besó la cara. Rio con ganas.
Ya no le importaba nada.
La mujer maravilla partió para mejorar su rumbo, para olvidar sus prisas en manojos de nuevas sonrisas.
ResponderEliminarUna esclava liberada.
ResponderEliminarQue bien.
Besos.
Qué ganas han dado muchas veces de dejar de ser la mujer maravillas. Nos ponemos, yo reflexiono sobre ello a menudo, demasiadas metas y demasiado límites altos... y tratamos de convertirnos en esas super-woman resentidas, porque todo está en orden a nuestro alrededor, menos nosotras mismas...
ResponderEliminarSigues retratando perfiles de nuestro momento actual, de nuestro interior, de una manera ágil y pulcra, con una gran capacidad de transmitir. Yo aprendo de ti cada día. Sabes lo que quieres decir y lo bordas.
Felicidades, amiga querida.
Gracias por ser tan adorable.
Besos
Qué bueno sentir la libertad... Real,muy real y bien escrito. Mi cariño amiga, un placer. Sí me encuentro mucho mejor y más animada para seguir. Te felicito.
ResponderEliminarBien por Isa!!!
ResponderEliminarCuando una situación a comenzado a agobiarnos, urge que nos apartemos. De lo contrarios pronto ya no tendremos fuerza para defendernos. De tu mano, el personaje toma una sabia decisión.
Mil y un besos, preciosa Bee.
Y el mejor de los domingos.
¡Qué satisfacción! y cuantas situaciones similares se dan en muchos órdenes de la vida. Me hubiera gustado convertirme en Patoruzú en muchas oportunidades, a veces nos falta coraje y otras decisión, no se... ¡Muy bien Bee! Muy bien logrado y narrado con una precisión de relojería... Abuabrazo (el abu sigue en espera...) Se viene XY...!!!
ResponderEliminarPues yo siento que ya antes era la mujer maravilla, ¡con todo lo que tenía que hacer!
ResponderEliminarDescribís, creo, lo que muchos/as querrían hacer, pero queda en el terreno de la literatura... o las historietas, ¿te acordás de Las puertitas del señor López?, ya que en la vida real es muy difícil que alguien deje su trabajo y se condena al desempleo.
Por último, los jefes muy garcas usan el tiempo verbal que le adjudicaste al de tu personaje, generalmente ellos usan el condicional para dar una orden.
¿No me alcanzarías tal carpeta? ¿No llamarías a la empresa X?
Hace mucho tenía novia que trabajaba en MacCain, la empresa de las papas, su jefe (Pedrito) usaba esta técnica. Te cuento el diálogo literal:
-Romina, ¿no te animarías a prepararme un mate cocido?
-No, Pedro, me cago en las patas, nunca me animé a semejante cosa.
Obvio, ese día renunció.
A big kiss, my BeeBee
Go forth!
HD
Ese es el momento en que una llega al extremo del trampolín, luego de haber ido avanzando hacia él, despacito y tratando de vencer el miedo. Ahí ve que debajo hay agua y que aunque se hunda va a volver a salir a la superficie y si no hay agua va a tratar de caer lo mejor parada posible y salir caminando con la frente en alto. El resto viene solo.
ResponderEliminarHaber tenido esa actitud muestra una mina en marcha.
Nunca le he servido café a in jefe ni me lo han servido a mí. Lo entiendo perfectamente, para eso soy un SuperEhore. ;)
ResponderEliminarMuy bueno!!!Me siento idenfícada,aunque en otro aspecto de la vida.A veces es difícil tomar decisiones pero llega un momento en que surge esa fuerza interior y entonces no hay
ResponderEliminarmarcha atrás.Aunque sea un camino duro el que nos espera.
Un saludo.
Eso sí, ya de Mujer Maravilla, le figura serlo a cualquier lugar que llegue. Ojalá llegue a sí mismas. Aveces, en la búsqueda de salvar el todo, se nos olvida salvarnos a nosotros mismos que somos, como ella, los que lo creamos.
ResponderEliminar¡Me ha gustado mucho!
Saludos pues.
F.
Heroínas y héroes anónimos de la vida pululan sin disfraz entre nosotros. Isabel, fijate si lo enganchás a Bruce Wayne, ese tiene billetera y anda en el tema.
ResponderEliminarLa Mujer Maravilla se quitó el traje para ser una mujer liberada.
ResponderEliminarBesos.
una vez hice algo similar, me consto como 5 años sin laburo fijo... en el momento me senti aliviado...a medida que pasaba el tiempo muchos me preguntaban si lo volveria a hacer, sabien lo que pasaria y siempre respondi lo mismo, bajo las mismas circunstancias, seguro que si... uno se tiene que bancar las consecuencias de las decisiones, de las mas boludas a las mas importantes.
ResponderEliminarGracias a todos!!! Disculpen si esta vez no respondo de manera personal, pero tengo un resfrío feroz que literalmente me está matando. Esta entrada vino a cuento de un recuerdo personal.
ResponderEliminarHace mucho tiempo, un amigo mío estaba desquiciado en su trabajo y finalmente explotó.
Cuando presentó la renuncia, el jefe, muyyyyyyyy compungido le dijo casi con lágrimas en los ojos:
"Qué puedo ofrecerte para que te quedes?"
Y mi amigo le respondió:
"NADA"
Insiste en que por eso nunca va a ser millonario y va a seguir trabajando toda su vida.
Yo creo que tiene DIGNIDAD.
Pero como todo, mi opinión es humilde y muy personal.
Pluralidad ante todo :-)
Un abrazo enorme y buen comienzo de semana!!!
me encanta esa sensación de libertad que deja este cuento!!!
ResponderEliminarte juro que me llenó de alas este lunes gris en mi oficina, dejé a un lado mis papeles y me puse a escribir un cuento para mejorar mi día (¿sabías que me crecen alas cuando escribo?).
Felicitaciones Bee, cuando se crea magia con un texto, es porque has logrado alcanzar una cima que muy pocos conocen.
Besos amiga
Lo mejor que me podrias haber dicho, Diana!
ResponderEliminarY claro que crecen alas y si además colaboro un poquito para dibujarte una sonrisa y que escribas, basta para mí!
Jajaja!!! Día fenomenal!
Besos embrujados, mi linda morocha!!!
Necesito que Isa me pase un poco de coraje. ¿Le habrá sobrado algo?
ResponderEliminarCome on, Male!!!
ResponderEliminarTODO TIENE SOLUCIÓN.
Coraje, amigaza!
Hola, Bee
ResponderEliminarTenés un regalo en mi blog
Beso grandote!!!
Epa!!! Gracias Patri!!!
ResponderEliminarVoy para allá!!!
Besazo!!! :)
Ojala la ficciones en estos casos sean puntos de partida para mejorar algunas realidades llenas de miedo que nos abarcan o abarcaron a todos en algún momento de nuestras vidas.
ResponderEliminarUhhh me puse denso. Beso Vee!
Ayyy Dany!!! Me da ternurita cuando te ponés serio! Y no es denso, está muy bueno lo que decís.
ResponderEliminarEsa era la idea ;)
Besazos para La Panda, el Pandita y a vos, mi cuervo amigo y querido!
P/D: Por favorrrrrr, rajen al "vende humo" YAAAAAAAAAAAAA!!!
No soporto que sea el DT de ustedes! :(
EPI -eliminado por inasistencia- cayó al vacío. No rió. Estaba demasiado ausente para sonreír. Bajó los nueve pisos y entró raudo a una farmacia. Luego todo se fue a negro.
ResponderEliminarSarco, te juro que voy a hacer un archivo con tus comments.
ResponderEliminarEscribís y se me disparan las ideas...
Amazing!
Yo tampoco lo soporto. Es lo que hay. Estamos descendidos institucionalmente.....esa es la pura verdad.
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