Todos los martes y alrededor de las 10 de la mañana, el rufián descendía de su Fiat 128 color celeste y comenzaba la ronda desde la esquina de Puán y Echeverría.
El Mono Abel ingresaba a cada uno de los negocios del pequeño centro comercial y como si fuese un rey sin corona, se iba abriendo paso entre la clientela.
Se acercaba hasta el mostrador y con una sonrisa siniestra esperaba el suculento pago. Aunque sólo oficiaba de mandadero, su fama de delincuente feroz, aterrorizaba a todos los comerciantes.
Sin duda, su lugar favorito era la confitería de Doña Delicia. El aroma del pan casero y la variedad de confituras que allí se elaboraban, le provocaban un placer casi orgásmico.
Doña Delicia era una mujer muy particular. Rondaba los 80 años y estaba al frente de su negocio desde hacía más de 40. Lo que más llamaba la atención era la fortaleza que irradiaba esa noble dama.
Los hijos de la anciana, temerosos de padecer alguna represalia por no abonar la paga, le suplicaban a su madre que no enfrentara a la mafia que extorsionaba a los negocios del barrio desde hacía más de una década.
Una mañana, el Mono ingresó a la panadería con aquella mueca torcida que pretendía semejar una sonrisa. Se acodó en el mostrador y eligió impunemente, diferentes exquisiteces que se exhibían en espléndidas bandejas. Su debilidad eran unos postres rellenos de crema, cubiertos por una capa de chocolate amargo y salpicados con nueces y maní.
Después que el Mono engulló las confituras, la mujer con mirada desafiante, dijo:
-Dígale a su jefe, que no pienso entregarle un centavo más.
El rostro perplejo del delincuente le provocó una íntima satisfacción.
-Usted sabe lo que esto significa… -siseó el Mono antes de retirarse.
A Doña Delicia casi le da un infarto.
No llegaron a matarlo, pero su nieto mayor fue encontrado con la cara desfigurada por una brutal golpiza. Una semana después, el Mono Abel ingresó al negocio de Doña Delicia más petulante que lo habitual. La mujer lo recibió con los dientes apretados.
-Este es el sobre para su jefe y además y como atenciòn de la casa, entréguele este paquete de confituras
El Mono Abel aceptó el obsequio y dijo:
-Muchas gracias, doña.
El patán lanzó un suspiro goloso y salió del lugar con la sonrisa dibujada en la cara. Mentalmente, Doña Delicia enumeró cada uno de los ingredientes.
“400gr de harina, 150gr azúcar rubia, 100gr de manteca, 5 huevos, 1 tarro de crema de leche, 200gr de cacao y lo más importante, veneno para ratas bien molido y listo para usar.”
No tenía miedo. Había preparado suficientes pasteles como para matar a todo un regimiento.
Bien por ella.
ResponderEliminarLas ratas tendrán su merecido.
Besos.
Un festín mortal no demasiado despiadado, al menos disfrutarán esos últimos instantes.
ResponderEliminarUna crack, Doña Delicia... Ella sí que sabe. Un beso!!!
ResponderEliminarTus letras envenenan mis sueños...sabia receta la de doña delicia, ya no tanto por los ingredientes si no por el cariño con el que los mezcló. Me recordó aquella novela de como agua para chocolate...pero desde otro punto de vista.
ResponderEliminarUna Reverenda Jim Jones de las mafias. Igual me parece un poco fantasioso hablar de mafias en la Argentina :-)
ResponderEliminarA medida que leía, algo me hacía creer que Doña Delicia buscaría cumplida venganza y cómo habría de hacerlo si no así.
ResponderEliminarBuen trabajo, Bee.
Un abrazo.
Sublime como siempre. Coincido con don ATO con respecto a las mafias, el gobierno no acepta ese tipo de competencias.
ResponderEliminarPuán y Echeverría, eso no es capital, mi faceta realista me pide ubicarme exactamente en el lugar de los hechos, jeje. Fiat 128, uf, una mafia un poco venida abajo, a menos que esta historia trascurra hace muchos años, cuando la gran disputa era entre tener un 125 o un 128.
ResponderEliminarUna delicia de señora, el veneno para ratas más típico produce una muerte que no le deseo a nadie: asfixia.
A big kiss, my BeeBee.
HD
Humberto se me adelantó... Echeverría es en Belgrano y Puan es en Boedo... no se cruzan...
ResponderEliminarAhora bien... independientemente de la acotación geográfica, grande la vieja...!!!
besos de...
nosotros dos
¿¿"Dulce venganza" ???
ResponderEliminarUn beso y prometo no decir más.
Felicito a Velez, de corazón.
Bueno Delicia aplicó el remedio indicado... Muy bueno Bee, abrazo
ResponderEliminar¡¡Bien hecho!! Y que no tenga reparos que, en lo que a mí respecta, no he visto ni sé nada.
ResponderEliminarUn abrazo
TORO:
ResponderEliminarJajaja!!! Estirarán la pata como merecen!
Besos locos, Xavi!
SERGIO:
Tenés razón, Sergio. Fue bastante benévola la doña!
Abrazo, amigo!!!
P/D: No se me actualiza tu última entrada, Ser :(
MI ÁLTER EGO:
Viste? La tenía bien clara, la señora!
Besos miles, mujer!
JOSÉ ÁNGEL:
De verdad. "Agua para chocolate" linda peli!
Ayyyy, Jose... Ese nick! Ya me voy a acostumbrar. Teneme Fe!
Abrazo porteño!
ATO:
Mafias, acá???? Tás loco, Pepe????
Naaaaaaaaa!!! Jajaja!!!
Besos, Tiger!
PEDRO:
No iba a quedarse de brazos cruzados! y lo hizo con su marca registrada!
Gracias y abrazo grande, Pedro!
CÉSAR:
Jejeje!!! Ud. tiene ese nos sé qué ácido... Y no hablo del lisérgico!
Besazo, guapo!
HUMBERTO:
Uyyyyy!!! Qué maniático, profe!!!
Definitivamente, la historia no se desarrolla en Capital y me gustó la idea del fiat celeste que marcara que no transcurría ahora.
Aún recuedo con cariño un 128 color bordó... Jejeje!
A la merde! El veneno para ratas mata por asfixia??? Confieso que no lo sabía. Mucho mejor, el Mono Miguel se lo merecía!
Kisses for you, my dear!
NOSOTROS DOS:
Hola Nosdel!!! Y dale con las calles! jajaja!!! Con Dib, son el dúo maníaco!
Un beso enorme, amigazo!
DANY:
Jajaja!!! Remixado y programado! Fin de semana largo y la imaginación muyyyyy ociosa!
Me gusta más "Delicia" :)
Gracias, Dany! Pero insisito, terminé con el trasero al borde del sofá...
Besos fortineros, mi amigo!
PEREGRINO:
Gracias, Osval!!! Abrazo y beso para Valen!
EL DRAC:
Jajaja!!! Me hiciste reír con el comment! Shhhh!!! Nadie vio nada!!!
Abrazo eterno, amigo Drac!
SIIIIII!!! EXCELENTEEEE
ResponderEliminar(puede ser que ya lo leyera??? tal vez en liibook, son esos textos que una vez que lo lees los recuerdas siempre)
SOS UNA ESCRITORA GENIAL BEE
El mono era sólo un empleado, por qué, Bee, por qué lo has hecho?
ResponderEliminarEl Mono (Monito)....el Mono era.. el Mono era mi padre.
Y tú sabes lo que viene ahora...
Voy por ti!
ESCARCHA:
ResponderEliminarGracias, Diana!!! Sí, es un texto de antes. Creo que pulido y mejorado. Bah, eso espero! Esta historia apareció de golpe en mi cabeza y no pude para de escribirla. Me gusta el temerario carácter de doña Delicia!!!
besos embrujados, reina!!!
SARCO:
Noooooooooo!!! Válgame Dios, Sarco!!! Jajaja!!! Nunca hablé del "Monito" Este del cuento es otro "Mono"
Me hiciste matar de risa! Parecés Darth Vader cuando le dice al hijo: "Soy tu padre"
Te abrazo, mi amigo!!!
Bee ya me respondiste!!!!
ResponderEliminaresperaba que todavía no hubieras entrado, y es que estaba cenando y de pronto me vino a la mente que vi el nuevo diseño de tu blog y olvide poner QUE ME ENCANTAAAAA!!!!
PRECIOSO REALMENTE!!!!!
Ahora si me voy a dormir tranquila.
Besos amiga
Jajaja!!! Sos una diosaaaaaa!!! Gracias, Di!!! Descansá y buena jornada mañana!!!
ResponderEliminarBesos vuelan hacia Santiago! :)
¡Tómala barbón! Merecido se lo tenían El Mono y sus compinches.}
ResponderEliminarBesos Bee
Jajaja!!! Me fascina cuando comentás así!!!
ResponderEliminarBesos miles, mi reina!
¡Vaya con la abuela! ¡A Dios rogando y con el mazo dando!!! Ja,ja,ja.
ResponderEliminarBien por ella, no se dejó amilanar ni por un Mono brabucón ni por la manada que le vendría detrás!.
¡Me gusta el cambio!!! ¡¡LINDO!!!
BESOS BELLA FLOR!!
PD: ¿También te gusta pintar? ¡Qué cheveré! ¡ Mi profe era argentina!!! Si es que estoy predestinada a cruzar el charco...¡ya lo verás!!
Jajajajaja, excelente receta. Como siempre genial, ya extrañaba tus cuentos Bee. Besos, gran excritora.
ResponderEliminarIrresistible relato.
ResponderEliminarSolo hay que esperar que entre el grupete de mafiosos no hubiera un diabético que se abstuviera de las delicias de la pastelería!
MIMOSA:
ResponderEliminarGracias por venir, Mimicha!!! Y sí, dibujo y pinto desde que tengo memoria. Y me cruzas el charco cuando quieras! Aquí se te espera con mucha ilusión!
Te envío un ramillete de flores, mujer!!!
JULIE:
Bienvenida, mi amiga!!! A tí se te extrañaba! Me alegra mucho que hayas disfrutado de tus vacaciones junto al mar.
Cariños eternos para tí!
MALENA:
Jajajaja!!! Te imaginás, Male???? Yo creo que de ser así, la señora lo mata a pastelazos!
Besos miles!!!
Luego dicen que a nadie le amarga un dulce.
ResponderEliminarUn saludo desde la otra orilla.
Que buen relato, eso es tomarse un buen pastel para la eternidad.
ResponderEliminarun abrazo
fus
JOSÉ LUIS:
ResponderEliminarJajaja!!! Muy bueno, Jose!!!
Abrazo recíproco!
FUS:
Hola Paco!!! A la Eternidad y en grupo. Dicen que la señora despachó a unos cuantos... :)
Abrazo grande!
Te leo y disfruto los momentos de tus letras
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