Los eventos ocurridos aquella tarde serán conocidos sólo por los amigos que se detengan a leer este relato.
Pasadas las 6 de la tarde, las sombras de los árboles dibujaban misteriosas figuras sobre los jardines de Villa Ocampo. Nina se acercó a las rejas y parada en puntas de pies investigó el lugar. Sus ojos escrutaron el paisaje y un suspiro de alivio escapó de los labios. Los guardianes parecían haber desaparecido.
Se aseguró de guardar los libros y su libreta de apuntes en la mochila y empezó a escalar la muralla. El pliegue de su pantalón se trabó en una de las rejas. Jaló con tanta fuerza que desgarró la tela. Cayó de bruces y se golpeó las rodillas contra el suelo empedrado. Una herida dolorosa se abrió en su piel.
Aguzó el oído y esperó agazapada. El rumor de la brisa primaveral y el trino de las aves fueron los únicos sonidos que percibió. Emprendió la marcha por la parte lateral de la villa.
La fascinación por Silvina Ocampo había sido heredada de su tío Iván. Él le presentó el mundo de la escritora que admiraba de modo incondicional.
Silvina, la dama culta que soportó ser eclipsada por la arrolladora personalidad de su hermana Victoria. La que supo esperar su momento e ignoró las reglas de la literatura concibiendo una prosa fértil en preguntas ingenuas y pérfidas. La que se enfrentó a sus propios miedos y se animó a mostrar su talento sin pudor.
Después de recorrer el jardín de los senderos que se bifurcan encontró un asiento de piedra que utilizó para descansar. Cerró los ojos y suspiró. El ambiente que la rodeaba le obsequió el perfume de las flores y la añoranza de tantas veladas donde los debates sobre literatura y política se prolongaban hasta el amanecer.
Un ligero rumor de pasos la sobresaltó. Entreabrió los párpados y descubrió una fantasmal pareja de enamorados que se encaminó hacia donde ella reposaba. Los latidos del corazón le retumbaron en el pecho.
La mujer se acercó y le obsequió una sonrisa preocupada.
-Tu herida sangra… - le advirtió frunciendo el ceño.
El caballero que la acompañaba rodeó la cintura de la dama y agregó:
-Tenga cuidado. Muchas aventuras son dolorosas.
La señora acarició el rostro del hombre y aseveró:
-Pero vale la pena ¿no?
Nina estaba azorada. El espectral dúo reanudó su camino y desapareció en la cerrazón del atardecer.
Esa misma noche, Nina se presentó en mi casa. Balbuceaba y apenas podía controlar la respiración.
-Te juro que los vi. ¡Eran Bioy Casares y Silvina Ocampo!
Me quedé muda. No supe qué responderle.
A la semana siguiente, Nina abandonó el departamento de Corrientes y Paraná. Llamó para despedirse. Dijo que había renunciado a su trabajo en la biblioteca Nacional y que se iba a radicar en Madrid para estudiar literatura castellana. No podía continuar postergando su destino. Tuve que prometerle que si alguna vez consideraba que su historia era digna de ser contada, ella me autorizaba a hacerlo.
Y como ustedes saben, las promesas son sagradas.
"Silvina fue el secreto mejor guardado de las letras argentinas"
Adolfo Bioy Casares.-
¡Que hermosa y perfecta construcción Bee!!!!! Nos llevas de la mano a caminar por los senderos que se bifurcan y nos pones a punto de chocarnos con la privacidad de dos grandes de las letras!!! ¡Felicitaciones!!!! Me lo llevo sin permiso porque sigo siendo un atrevido. Abrazo Genia!!!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMuy bueno. Una historia enigmática, misteriosa, y sin embargo probable.
ResponderEliminarAquí hay de todo: referencias históricas, datos académicos, guiños literarios, pero en el centro de la construcción -y bien sólida- se destaca la trama.
Creo que te das cuenta de la madurez que han adquirido tus relatos, me imagino que todo esto te debe poner muy feliz.
Congrats, my BeeBee, you can write what you want now...
HD
José Osvaldo Ferrari, eliminó su segundo comentario. Yo haría lo mismo con el mío. A veces hay palabras que se van borrando solas a medida que las vamos esgrimiendo. Y lo más enigmático es que mientras hacías este relato esos dos bellos fantasmas estaban a tu lado y no sé si lo notaste. Seguían de la mano y te miraban con aprecio. Es imposible, Bee, que no hayan estado a tu lado. Fuiste la medium sin quererlo, pero queriéndolo, ahí estaban, como una profecía muda que entablaba sombras en el paladar de tu escritura.
ResponderEliminarUn beso, Borjas, linda vida.
OSVALDO:
ResponderEliminarMuchas gracias, abu!!! Llévelo, ya le pertenece a los amigos que me leen.
Abrazo para vos también!
P/D: Me encantó el video de Luca!
HUMBERTO:
Se agradecen sus palabras, profe!
Me voy animando y me siento más en sintonía con lo que imagino y luego escribo.
Kisses for you, my dear!
P/D: Fue mail :)
SARCO:
Sos un personaje estupendo, Sarco! Sabés? No me asustan los fantasmas. Todo lo contrario! Debe ser por eso que se me acercan y me inspiran ;)
Te envío un abrazo fuerte y PURA VIDA!
Cumpliste la promesa y nos regalas la magia.
ResponderEliminarGracias.
Besos.
Bee,has sabido mezclar en la coctelera con una gran maestría realidad y ficción...es estupendo.
ResponderEliminarDos grandes escritores argentinos que de seguro te estarán agradecidos por haberles dedicado tan bello, relato.
¡¡Te felicito,maestra!!
cariños y abrazos inmensosss
Besos siempre .-)
mierda!!! (ups, perdón) Se me pusieron los pelos de punta... ya cuando aparecieron me imaginé... pero nombrarlos fue invocarlos!!!!!
ResponderEliminarun relato exquisito y lleno de fantasmas que hacen a la historia de nuestra literatura.
Genial Bee... GENIAL!!!!
Me ha gustado mucho el relato, Bee. Ha sido casi como estar ahí. Un besote!!!
ResponderEliminarUn relato en el que la atmósfera que se respira está colmada de espacios de indeterminación, de esquemas de acción improbables aunque posibles. Un relato en el que se percibe el oficio de su autora.
ResponderEliminarBueno, Bee, muy bueno.
Un abrazo,
No espeluznante pero si interesante. Muy interesante e.e
ResponderEliminarSi bien me inunda la congoja por el resultado adverso frente al Granate, debo agradecerle tan maravilloso relato. Besote! PD: estoy tan cerca y nunca fui. Me dieron ganas ahora, eso sí de día, ya no estoy para saltar cercos.
ResponderEliminarMe olvidaba, de prepo va a Mejores Cuentos. Le aviso porque algo de cortesía me queda. Beso!
ResponderEliminarTORO:
ResponderEliminarAyyyy Xavi!!! Te dije que sos un salvaje fantástico? :)
Besazos mágicos!!!
MORGANA:
Muchas gracias, Mor!!! La inspiración fluye cuando admiras a los personajes.
Vuelan besos especialmente creados para tí! ;)
ESCARCHA:
Hola Diana!!! Es saludable recordar siempre a las personas que ayudaron a crear nuestra cultura.
Besos embrujados, morocha linda!
P/D: El zombie Iván, me ENCANTÓ!
MI ÁLTER EGO:
Muchas gracias, mujer!!!
Un beso!
PEDRO:
Te agradezco con tus palabras, Pedro! La idea es ir siempre por más!
Abrazo, mi amigo!
IKANA:
Eres una lectora muy leal, Ikana. Es un placer recibir tu visita y tu opinión.
Un beso enorme!
ATO:
1) Casi me agarra un ataque! Se dejan de jorobar y se ponen las pilas?????
2) Suertudo!!! Andá a visitarla en cuanto puedas! Es un lugar genial!
3) Merde! Un honor que se lo lleve a mejores cuentos!
Y usté siempre es cortés! Para mí, ud. es Lord Pepe!!! Se hace el rottweiler pero es un K-niche aaarrrmoso!
Besazo Tiger!!! :)
Gracias por compartir esta enigmática historia que me deja con dudas.
ResponderEliminarBesos Bee
Me disculparás, el relato y su ritmo me encantó, entendí que se trataba de un guiño o muchos con múltiples elementos reconocibles, pero ahí me mostré ignorante, no supe identificarlos aún suponiéndolos.
ResponderEliminarSorry.
LA MALQUERIDA:
ResponderEliminarGracias a tí por venir y leer esta pequeña historia.
Besos miles, mi Flor!
SERGIO:
Jajaja!!! No te disculpes, amigo!
Estos escritores son muy argentinos. Eran muy amigos de Borges. Es más, Bioy Casares escribió con Borges bajo seudónimo, muchos cuentos fantásticos.
Silvina y Victoria Ocampo fueron dos mujeres escritoras que tuvieron un gran impacto en la vida cultural de la Argentina.
Es natural que no las conozcas.
Lo placentero es que te halla cautivado la historia en sí.
Saludos porteños!
Pitbull, señora, pitbull. Not a fan of jerry dogs.
ResponderEliminarTiernoooo!!! Te mandé mail, ahí te explico el motivo de "tierno" ;-)
ResponderEliminarBB de Baires
ResponderEliminarMe gusta el apodo que te ha dado Mucha a lo que yo agrego
Baires
Sensacional la pluma de tu mente cuando escribes .
Bueno estamos todos reunidos...admirándote. Extraña y maravillosa historia has creado para nosotros que desde el otro lado de la vida te seguimos lentamente saboreando como si fuera una historia de helado que entra en la mente derritiéndose
ResponderEliminarMARIO:
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras.
Saludos!!!
MUCHA:
Me encantó el comment que construíste. Sos una maga hasta para dejar tu pensamiento!
Besos porteños volendo hacia Miami!!! :D
La trama es muy fluida y el pèrsonaje principal sólido y un tanto enigmático quizá.
ResponderEliminarCoincido con HD en que el texto es muy maduro, al cual le agrego que el misterio que lo rodea lo hace muy atrapante.
Besos.-
Muchas gracias, WALTER!!! Es un gustazo tenerte por aquí!
ResponderEliminarBesos!
¿Cómo no recordar aquí uno de sus poemas?
ResponderEliminar"Cuando perdida vago entre sombrías...
Cuando perdida vago entre sombrías
piedras sin luz y sin admiración
llego arrepentida a tu mansión,
a tus secretas y hondas galerías
donde me espera lo que me ofrecías.
Allí encuentro tu luz y tu pasión,
allí comprendo sin superstición
que me llenas de dicha y de agonías.
Quien no me sigue allí me perderá...
Quien no me busca allí no arrancará.
una sola respuesta de mis labios.
En tus rosales de oro, está el futuro,
lo que veneraré, lo que es más puro
porque tus pensamientos son los sabios."
Silvina Ocampo
Un hermoso relato que me hace recordar las Letras Argentinas y a mis amigo Nela y Alberto, que me dieron a conocer a esta mujer escritora. Gracias Bee. Te felicito una vez más.
Bellísimo, JULIE!!! Es una alegría que te guste Silvina Ocampo y que hayas traído aquí un poema que refleja su talento y sensibilidad.
ResponderEliminarVes? Sos mágica! ;)
Un ramillete de besos, amiga!!!
Me gustan los fantasmas!
ResponderEliminarUn relato que en sí es un misterio indescifrable. Fue posible o realidad. He leído poco de Silvina pero espero encontrármela algún día; tal vez en madrid?
ResponderEliminarGracias Bee por las visitas.
TRAS TERA:
ResponderEliminarMuy bién!!! Jajaja!!!
Un beso, mujer!
JOSEF:
Qué gusto tenerte por aquí!!! Y presta atención, quizás alguna noche te topes con la dama! ;)
Un saludo enorme!