Ya habían transcurrido casi dos semanas de esas vacaciones sofocantes que –indefectiblemente- debía soportar todos los veranos en la casona de los abuelos en Flores. Aquel lugar resultó ser el refugio ideal que había encontrado mi padre después de recorrer decenas de hoteles en los cuales la presencia de los niños no era bien recibida.
“Yo solo me arreglo –afirmaba convencido- pero con vos es otra cosa”.
No puedo recordar el día preciso durante el cual encontré la varita para hacer burbujas. La varita era de color violeta y tenía un círculo medio torcido en la punta. Esperé la hora de la siesta y después de comprobar que todos estaban dormidos, corrí hacia el fondo de la casa y preparé la mezcla. Como consecuencia de la excitación derramé un cuarto del paquete de jabón en polvo de la abuela dentro del balde de agua. Cobijada bajo la sombra de la hiedra soplé a través del mágico redondel. Las primeras burbujas ni siquiera terminaron de formarse y estallaron de inmediato, pues el entusiasmo me impedía emplear la delicadeza necesaria para consumar tan frágil tarea. Pero el empeño pudo más y luego de varios intentos, pompas cristalinas y un tanto deformadas, comenzaron a flotar por el universo del viejo patio.
De pronto sucedió algo excepcional: dentro de una de las burbujas pude vislumbrar una figura difusa. Abandoné la varita y perseguí la pompa que se alejaba demasiado a prisa. Tuve suerte y antes de que la ventisca de la tardecita la hiciera estallar pude ver dentro de ella. Ahí estaba yo, en el centro de la burbuja, con algunas arrugas en mi piel y un pincel en la mano que se deslizaba sobre un lienzo inmaculado.
Decidida a repetir el experimento, recogí la varita y volví a soplar. Definitivamente no había sido una imagen producto de mi imaginación, cada burbuja contenía un instante del futuro en el cual podía contemplar –como hecho consumado- mi vocación de pintora.
No pude mantener en secreto aquel formidable hallazgo y fui en busca del primo Germán que vivía a tres casas de distancia. Él era un par de años mayor y aunque algunas veces me golpeaba, siempre quise creer que lo hacía de bruto nomás. Lo encontré debajo de la higuera, medio dormido y masticando una hoja de parra.
“¡Germán!”, grité desaforada y sin vacilar le conté lo que había descubierto. Como no reaccionaba, le sacudí el brazo y volví a repetir la historia. Se refregó los ojos y me miró somnoliento.
“¿Qué estás diciendo?”, gruñó mientras se levantaba.
Cuando me disponía a relatarle el asunto por tercera vez, el muy prepotente me arrebató la varita y la hundió dentro del balde.
“Siempre hablando idioteces”, murmuró tirano.
Sopló con fuerza y decenas de fulgurantes burbujas flotaron frente a mi nariz.
Todas estaban absolutamente vacías.
Excelente!!!
ResponderEliminarMuchas gracias, Leo! Abrazo enorme.
EliminarGermán morirá de aburrimiento.
ResponderEliminarBesos imaginativos.
Me temo que es así nomás, Xavi. No le veo uñas de guitarrero.
EliminarBesos burbujeantes, Toro Loco.
Las Expectativas de un niño al descubrir el mundo, son soñar el futuro, poder ver y creer en el futuro, insistir en que la vida es un maravilloso juego. Los adultos con sus reglas y sus normas matan la imaginación, la magia, la creatividad, la libertad de los niños y a veces, nos enseñan un mundo gris y rudo, sin esperanza. ¿Qué vas a ser de mayor? un tipo gris, absolutamente aburrido y adulto al que solo le importará el dinero y las posesiones, tener más que el vecino.
ResponderEliminarEs una interpretación a tu cuento. A tu capacidad de contar y a hacernos soñar. ¡Maravilloso Bee!
Besos y abrazos
Muy buena interpretación, Antonio. Y lo más preocupante es que hoy en día, muchísimos niños ya no sueñan. La realidad es tan brutal que les roba hasta esa posibilidad. Muchas gracias por tus generosas palabras.
EliminarOtro abrazo para tí.
Me he visto dentro de una burbuja.
ResponderEliminar;)
Jajaja!!! No tengo la menor duda, Brownie. Tú serás de los que siempre verán más allá. Y enhorabuena por ello. Beso, bro.
EliminarNo hay peor ciego que el que no quiere ver. Un besote y feliz año!!!
ResponderEliminarAsí es, mi amiga. Demasiados ciegos para mi gusto. Y lo peor es cuando intenta enceguecer a los demás. Otro beso y feliz 2014, Anahí.
EliminarEs que para que algo sea posible tiene que comenzar por estar en tu imaginación, es por ello que se pueden lograr escritos tan originales y tiernos. Belleza Bee, un gran abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Osval. Sin dudas. Si tenés la mente a oscuras, poca cosa puede salir de allí. Abrazo enorme, amigazo.
EliminarHay relatos que suenan a justa venganza. Es el placer de ser los dioses de algunos mundos. Perfecto.
ResponderEliminarAdemás me parece que los primos son la primera advertencia de que el mundo está habitado por un montón de gente a la que no se por qué tenemos que aprender a soportar.
EliminarMe hiciste reír, Fernando. Porque ambas reflexiones son muy acertadas. Esta bueno ser dios por un rato. Sólo por un ratito, eh! Y los primos... Vaya tema! Creo que es un entrenamiento ideal para el futuro. ;-)
EliminarBuennnnnnnnnnnnniiiiiiiiiiissssssssssiiiiimoooooooo Bee! Que buena manera de empezar el año! Una excelente historia y lluvia!! Se nota que la conjuntivitis tuvo un efecto positivo! Yo me imaginaba que algún oculista iba a morir durante el 2014 :-) Me lo llevo! Beso grande y a terminar bien el año!
ResponderEliminarJajaja!!! No feneció ningún oculista simplemente porque no los podía ver ;-)
EliminarDe lo contrario más de uno hubiese pasado por las armas! Todo suyo el texto, un besazo y te deseo un lindo comienzo de 2014, Pepe querido!
(¿Germán creería que sólo existe lo que nuestros ojos perciben? Quienes ven mundos donde otros no ven más que vacío, usan algo más que la vista.)
ResponderEliminarPrecioso cuento que dice más de lo que cuenta. Abrazo.
Muchas gracias, Rob. Además me gustó mucho la forma en que lo comentaste. Demasiada gente usa solamente los ojos. Muy decepcionante.
EliminarAbrazo enorme, amigo.
Hermoso cuento. Quizás seamos capaces de mirar dentro de nuestras propias burbujas (léase nuestro interior), pero es difícil y mucho mirar dentro de las burbujas de los demás.
ResponderEliminarUn abrazo. Y feliz año nuevo.
Hola, Sara! Es verdad. No es fácil mirar en las burbujas ajenas, ni que hablar de los que no puede ni siquiera llegar a ver dentro de sus propias burbujas.
EliminarOtro abrazo y te deseo un 2014 estupendo.
Extraordinario, Bee.
ResponderEliminarDelicado, bello.
Beso admirado!!!
Hola, Patri!!! Muchísimas gracias, amiga. Este texto surgió exactamente así: fue un momento de absoluta fragilidad, lo acepté y traté de plasmarlo de la forma más adecuada. Espero haberlo logrado.
EliminarBesos porteños ya salen para la Docta!
Excelente aproximación al deseo, Bee. Sutil, diría que hasta frágil, nos lleva a buscar nuestras propias pompas. Me gusta. Mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Pedro. Así veo a los deseos: comienzan muy frágiles y dependen de uno mantenerlos con vida y no abandonarlos.
EliminarAbrazo y te reitero mis felicitaciones por el libro. Muy merecido, mi amigo.
Siempre hay alguien que viene y te pincha el globo, en este caso las burbujas... pero lo que vale es perseguir esos sueños vislumbrados y hacerle pito catalán a los "Germanes" amargos o con poca imaginación.
ResponderEliminarBee, por la tuya no tenés que preocuparte porque está en su esplendor. Un micro buenísimo.
Que tengas un excelente 2014, dándole a las letras y a los pinceles.
Con mucho afecto y un fuerte abrazo.
Es verdad, Mirella. Tantos que andan pinchando burbujas ajenas... Incapacidad? Desidia? Pereza? Vaya a saber la razón. En fin, quizás es más cómodo vivir haciendo la plancha. Personalmente, no lo resistiría.
EliminarTe deseo también un 2014 pleno y en armonía. Con todas las ganas.
Otro abrazo para vos.
excelente... que barbara. hago mis reverencias ante usted.
ResponderEliminarAbrazos de nuevo año.
Carlos
Muchas gracias, Carlitos. Espero que hayas comenzado el Nuevo Año con toda la buena energía.
EliminarAbrazo para tí, mi amigo.
Vos y tu primo serían como Mafalda y Manolito: ella es capaz de ver la belleza en una piedra, él solo ve una piedra.
ResponderEliminarMenos mal que recuperaste la varita y seguiste soplando!
Cariños, Bee
Jajaja!!! Seguir con la varita y creer en las burbujas me salvó la vida, Betina.
EliminarBesos miles.
La frustración del adulto siempre perturbando esa extraordinaria e ilusionante magia del infante que sólo busca de plataformas para volar. Bee, que sepas que yo pienso cultivar a mi niño hasta el último crepúsculo y quien intente eclipsar ese don...Será eclipsado por mi imaginación... Besitos dulces e inocentes querida mía... Creo en el poder de tus burbujas...jejeje...
ResponderEliminarMira, Mel: el mejor legado de mi padre fue y es que nunca perdió su capacidad lúdica y su capacidad de soñar. Me enseñó a no temerle al ridículo y que sin importunarle la vida a los demás, siga mi camino. Es la única forma de mantenerse vivo de verdad. Por lo menos para mí. Y tú serás un niño siempre y ahí radica tu encanto y sensibilidad. Besos llenos de burbujas, guapo!
EliminarNo sé si hay imagen más bella que la de un niño observando cómo se van flotando esas esferas mágicas de mil colores, creo que ellas llevan nuestros sueños al cielo, bien alto, donde pertenecen. Es una pena que exista gente tan corta de mente que no pueda soñar o imaginar un futuro mejor. Me encantó.
ResponderEliminarMuchas gracias, Marina. Totalmente de acuerdo con vos. Cuando me cruzo con personas mentecatas, huyo. Literalmente. :-)
EliminarBeso enorme.
¡Genial tu relato!! Habla de vos, de una personita millonaria en expectativas porque sos joven y siempre lo serás, sos pujante, talentosa y soñadora, el legado que te dejó tu papá, un hombre sabio, y con esas virtudes no hay ni habrá Germanes que se interpongan en tus deseos, serán arrasados esos tipos!!
ResponderEliminarQue el 2014, BEE, sea un hermoso regalo para tus espectativas. ¡ABRAZO!!
Muchas gracias, Eduardo! Me emociona que hables de esa forma de mí. Y sí, mi padre fue un fuera de serie y con papás así, no es tan difícil vivir siempre mirando para adelante y con ganas de hacer cosas.
EliminarTe deseo un 2014 con salud y con muchos ganas de vivir bien. Ambos pensamos muy parecido y nada mejor que luchar por un tiempo de honestidad y sin tanto conflicto. Abrazo enorme.
Precioso cuento Bee! Ni J.K.Rowling lo supera. Eso te hace pensar que la fantasía está en el aliento de cada persona. Germán no sabía soplar sólo borraba las imágenes... con su aliento. Es un cuento de antología. Bellísimo, en él muestras la capacidad y la incapacidad del ser humano para poder crear. Lo que indica que no todos somos iguales. La imaginación no es dada a todos por igual y hay tanto germen -Germán- en la vida que lo impide y lo estropea todo... Felicitaciones, amiga. De lujo.
ResponderEliminarHola, Julie! Eres muy generosa, mi amiga. Y nada mejor que compartir contigo estas ganas de seguir siempre imaginando y haciendo realidad los sueños. Tú eres un ejemplo de "vivir" las letras y renovar tu creatividad en cada poema. Ni que hablar de tu gusto por la fotografía.
EliminarMi cariño de siempre, mujer!
Siempre hay un Germán en la vida. Pero nunca capaz de rompernos los sueños.
ResponderEliminarPrecioso texto , Bee. mi abrazo
Es verdad, Socorro. Ni un ejército de "Germanes" podrían derribar mis sueños. Muchas gracias y otro abrazo fuerte.
EliminarCierto que nos inventamos aunque la vida nos coloca en realidades no anticipadas.
ResponderEliminarA veces nos salva la naturaleza del cambio y una fe desmedida en nuestros poderes internos.Feliz 2014 con tus seres queridos.
Es verdad, Carlitos. La Vida muchas veces nos ubica en situaciones difíciles, pero siempre te da revancha. Y creeme, estoy lista para tomarla.
EliminarFeliz 2014 y un abrazo enorme.
Yo soy de los que creen que hay futuro dentro de las burbujas, aunque éstas sean cúbicas.
ResponderEliminarMuy bien logrado, BeeBee, pero estas historias ya están pidiendo más espacio, detesto la palabra (y el concepto) "micro".
A big kiss from London, My dearest!
HD
Jajaja! Ya lo sé, Negro. Y estas dando cátedra al respecto. Como te dije por mensaje de FB, vamos por más.
EliminarKisses flying to London, milord!
Hay personas que por mucho que soplen su vida está vacía. Bello relato.
ResponderEliminarSaludos
Cuánta razón, Nel. Hay casos que no tienen solución. Muchas gracias por leer, mi amigo. Saludos para tí.
Eliminarque hermoso el relato!!!!!!!!! tiene una voz poeta que amaga con arrimarse.
ResponderEliminarPOR FIN TENGO LUZ Y PUEDO LEERTE MI QUERIDA BEE!!
ABRAZOS AMIGA
Muchas gracias, morocha linda! Y que suerte que todo se vaya acomodando. Leí algunos artículos y fue un desastre, que no terminó en tragedia de casualidad. Abrazo enorme, Diana!
EliminarMe ha gustado mucho porque si.
ResponderEliminarY me ha gustado mucho porque es ideal para que lo lea mi hija de ocho años. En el colegio se ha abierto la veda de los que por brutos, por acomplejados o de puro vacíos se dedican a machacar a los demás.
Yo ya le expliqué, pero en tu cuento se ve con el brillo tornasolado de una preciosa burbuja.
Gracias Bee.
Besos Bee.
Me has dado una alegría enorme, Ishtar. No hay nada mejor que saber que con las letras podemos llegar a los niños. Durante el 2013 tuve una experencia con unos chicos durante una jornada nacional de lectura, y la respuesta fue maravillosa. Creo que es un deber estimularles la imaginación y la creatividad y tratar de movilizar esas mentes vacías que encima molestan a quienes tienen inquietudes.
EliminarGracias a tí, amiga. Me siento muy agradecida.
Besos.
A veces tenemos la suerte de ver la burbuja como vos la viste.
ResponderEliminarSolo los niños tienen la magia de ver una burbuja creciente con vida y diferente
El estado mental de los maduros no nos deja ver la claridad del puro
Es por eso que reniego a crecer
mientras me fumo
Mil besos hermosa!!
Muy bien, Mireya. El día que dejamos de tener sueños e ilusiones estamos listos, mujer. De niños es más fácil, la tarea se pone más complicada cuando crecemos. Pero se puede, seguro que se puede.
EliminarBesos miles!
Vaya, tu primo Germán. Debe ser ese que ahora es un gran empresario, o diputado, o periodista de prestigio. Voy comprendiendo...
ResponderEliminarSalud-os
Y la lista puede extederse -lamentablemente- mucho más, Amando.
ResponderEliminarAbrazo enorme.
Parece claro, todo lo que toca un artista se convierte en arte, el resto aparece resumido en el primo Germán.
ResponderEliminarUn abrazo Bee
Me gustó mucho la forma en que describiste la historia. Muy buena. Abrazo enorme, Jaal.
EliminarMe enterneció el relato Bee. Se me ocurre que cuando pasa algo de eso es porque quien escribe sabe crear un clima.
ResponderEliminarMas allá de esta mirada mía, desde el que también escribe y aprende de sus buenos colegas, quiero entender que quien no tiene futuro es ese bruto de Germán, poco está haciendo por él.
Un inmenso abrazo y todas las buenas burbujas para este año Bee !
Vengo de tu blog, Gaby!!! Ví la actualización en FB y fui para allá (ya te dejé mi opinión) y por cierto está conectada con algo que me decís acá: crear el clima. Me fascina lograr eso. Concretar un momento en el cual el lector se deje llevar y termine con algún sabor en la boca (y no importa cual sea el sabor) Eso significa que el trabajo valió la pena. Ves? Los pensamientos están conectados. Nada es casual. Y todo es CAUSAL. Otro abrazo y muchas burbujas creativas para vos también, Maguitah!
EliminarUna historia preciosa la que nos traes hoy, como la vida misma. Depende de quien maneje el timón las cosas se verán de una forma u otra. O simpelmente nunca llegarán a verse.
ResponderEliminarExcelentísimo relato Bee!
Besos!
Así es, Jose. Todo es cuestión de actitud. Muchas gracias y besos para tí, mi amigo!
EliminarBonito relato, Bee. Voy a escribir mi final pensando que sólo uno puede ver lo que hay dentro de las burbujas que sopla y que Germán vio el suyo. En él no había sombra del bruto y sí de una persona feliz que aprendió a ver la vida con sensibilidad.
ResponderEliminarUna visión positiva para el año que empieza.
Besos.
Este comentario tuyo, Jose. lo voy a enmarcar. Porque más allá de tu buena voluntad por destacar la visión positiva, lo que más me apasiona es que algo que escribí, te capture un instante y te motive a escribir otro final. Me has hecho un regalazo.
EliminarBesos para tí y un blues! ;-)