septiembre 24, 2010

EL JUEGO DE LA MUERTE

Los dedos se deslizaban ligeros sobre el teclado
del ordenador. El monitor, un plasma de última
generación, le permitía sumergirse con facilidad
en aquella realidad virtual.
Desde que participaba en aquella aventura, su vida
había cambiado por completo. Camilo hacía más de
1 año que lo incitaba a sumarse al juego.
Finalmente accedió.
Aún recuerda con placer el momento de registrarse.
Escribió el nombre de usuario, validó la contraseña y por último eligió a su personaje.
En aquel Juego de Rol, él era EL ASESINO.
Volvía de la facultad con el tiempo justo como para instalarse en la PC
y comenzar a interpretar su caracter virtual. El horario nocturno del trabajo de
su madre, le permitía participar en la historia sin interferencias molestas.
Rápidamente se convirtió en la estrella destacada del cyber juego.
Su personaje era naturalmente fascinante Contaba con las características
necesarias como para seducir de manera implacable. Sus presas se veían
atraídas de modo casi hipnótico. A pesar de interpretar a un depredador feroz,
el resto de los participantes le enviaban mensajes elogiando su destacada actuación.
En el mundo real, Marcos apenas tenía chances de destacarse.
Su personalidad retraída y la inexistente predisposición para relacionarse,
lo colocaban en una posición muy poco favorable.
Pronto, aquel mundo imaginario, se convirtió en una obsesión. Los efectos
colaterales no se hicieron esperar. Apenas comía y se conformaba con dormir
un par de horas al día. Era una verdadera tortura esperar a que su madre
cerrara la puerta de calle y lo dejara libre para comenzar a disfrutar de su nueva vida.
Su asesino virtual no escatimaba esfuerzos creativos. Los crímenes, cada vez
más violentos, espantaban a los jugadores. Las víctimas aparecían colgadas,
destripadas, hasta envenenadas con pociones elaboradas por él mismo.
ACERTIJO apareció de la nada. Sus manos se crisparon al conocer su perfil.
Sin duda, aquel extraño iba a ser su enemigo natural. De reacciones veloces,
poseía un encantador sentido del humor. Marcos se destacaba por su intrínseca
oscuridad, ACERTIJO brillaba como un exquisito diamante.
Las magníficas jugadas ayudaban al resto de los participantes a eludir las trampas
mortales que EL ASESINO les tendía. La desesperación comenzó a apoderarse
de su mente. Con voracidad febril, buscaba en la red, nuevos métodos para matar.
Como un Ángel Redentor, ACERTIJO, derribaba con dramática habilidad
cada uno de sus intentos.
El teléfono comenzó a sonar con insistencia. Marcos maldijo miles de veces.
Levantó el auricular con fastidio.
-¿Qué te pasa Marcos? Hace más de 1 mes que no te veo…
La voz de Camilo sonaba preocupada. Su participación en el juego había terminado
hacía mucho tiempo atrás y últimamente no podía encontrar a su amigo en la universidad.
Marcos apenas le contestó. Inventó unas cuantas excusas y cortó la comunicación.
No tenía tiempo que perder. Debía encontrar una solución lo más rápido posible.
No fue difícil identificar al ACERTIJO. El mail felicitando su brillante desempeño
dio resultado.
Quedaron en encontrarse a las 8 de la noche en un conocido bar de San Telmo.
Tomó una ducha y eligió la ropa con cuidado. Necesitaba impresionar al enemigo.
Se miró en el espejo y apenas pudo reconocer su rostro. Tenía los ojos hundidos
y estaba pálido como un vampiro. Era como si un extraño hubiese ocupado su lugar.
Estaba tan delgado que debió sujetar los jeans con un cinturón de soga que encontró por allí.
Salió de la estación de subte y caminó apresurado por las cuadras empedradas.
Las mesas externas del bar ya estaban instaladas. Buscó con ansiedad, pero
sin duda su contrincante aún no había llegado.
Eligió un lugar para sentarse y ordenó una cerveza bien fría. La bebida descendió
helada por su garganta. Súbitamente se sintió animado.
El muchacho se acercó sonriendo. Le sorprendió lo joven que era. No tendría
más de 20 años.
-Soy ACERTIJO. –se presentó extendiendo la mano.
Lo saludó reticente. El chico se ubicó frente a él.
-¡Qué increíble! Nunca imaginé conocer tanta gente a través del Juego del Rol.
–y agregó con desdén- Al fin de cuentas sólo es un juego de mierda…
La ira le nubló la razón. Se lanzó sobre la mesa y le asestó una cantidad
infernal de navajazos. Los policías llegaron demasiado tarde. Nadie comprendía
como dos hombres corpulentos no podían detener la furia asesina de aquel alfeñique.
La sangre del muchacho se extendió como un río color púrpura que inundó la vereda
empedrada del bar. El corte en la aorta le había provocada la muerte al instante.
Con las manos esposadas, lo introdujeron dentro del patrullero.
El oficial que conducía el móvil lo miró a través del espejo. No necesitó preguntarle
nada. Marcos con la garganta seca y la voz helada, dijo:
-¿Acaso usted no haría lo mismo si amenazaran la única vida que tiene?

4 comentarios:

  1. GENIAAALLL BEE!!!!!!!!
    CLAP CLAP CLAP (APLAUSOS!!!)
    XD

    Saludos!!!

    ResponderEliminar
  2. Llego a ti guiada por el entusiasmo de Escarcha y sus buenas críticas. Ahora que te leo me pareces un buen lugar donde pasear la mirada.

    Besos

    ResponderEliminar
  3. Gracias Diana!!! Un honor que te haya gustado en cuento!!! Abrazo enorme!!!

    ResponderEliminar
  4. Un placer que visites el blog Musa!!! Tambièn guiada x Escarcha he visitado uno de tus blogs. Bellísima poesía!!! Da gusto encontrar lugares donde las emociones fluyen con tanta creatividad!!! Un beso!!!

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...