febrero 14, 2011

14 de Febrero - EL ANIVERSARIO



Era la noche de San Valentín. Los chicos volverían tarde de la facultad y lo único que
le restaba era preparar la mesa para cenar. Alfredo estaba terminando de ducharse y la
comida permanecía a buena temperatura en el horno. Ese día cumplían 28 años de casados.
Tenía la certeza de que habían nacido el uno para el otro. Existía una afinidad intrínseca
entre ambos. Les gustaban las mismas cosas y compartían una filosofía de vida común.
-Martha necesito que hablemos.
Aquella solicitud la sorprendió. El tono utilizado por su esposo era absolutamente desconocido
para ella. Una punzada de incertidumbre le repicó en el pecho. Corrió la silla con cuidado
y se sentó frente a él.
-Me voy de casa Martha.
Ni siquiera registró la frase. O mejor dicho, la registró a medias. Porque en cuanto Alfredo
hizo una breve pausa, los oídos comenzaron a zumbarle como si un enjambre de abejas
asesinas le estuvieran destrozando los tímpanos.
-La conocí en un bar. Perdoname Martha, pero es la mujer de mi vida. Creo que es la
primera vez que estoy realmente enamorado.
Aferrada al borde de la mesa, Martha intentaba con desesperación recuperar el aliento.
Su corazón latía tan fuerte, que pensó que en cualquier momento iba a estallar.
Alfredo se fue de la casa al día siguiente. Refugiada en el dormitorio, se dejó caer sobre
la antigua cama matrimonial. Con la mirada perdida, sus ojos vagaban por el cuarto
tratando de hallar los objetos que ya no estaban. Su mente intentaba descifrar aquella
burlona mueca del destino.
Alfredo, su Alfredo...
¿Había encontrado a la mujer de su vida? ¿Se había enamorado por primera vez?
Entonces ¿qué significaron todos aquellos años en su compañía?
Lo que más indignó a Martha fue descubrir que sus hijos ya sabían lo que sucedía
con su padre. Ninguno fue capaz de advertirle nada. Por pena o por lástima habían
permitido que Alfredo le clavara una puñalada traicionera en el corazón.
Los días se convirtieron en un calvario cotidiano. Descubrió con horror, que sin su
esposo ella no tenía vida. Se sentía perdida y no encontraba ninguna actividad que le
compensara tanta soledad.
Para colmo su madre no dejaba de hostigarla. Le reprochaba de manera burlona,
la devoción con la que había tratado a aquel hombre.
-¡Siempre fuiste una tonta! ¡Nunca tuviste carácter! –fustigaba la anciana sin piedad.
Pasaron los meses y Martha empezó a encontrar un poco de resignación. Fue forjando
lentamente y con mucho esfuerzo, una cotidianeidad que la contenía y no le permitía
volver a caer en la trampa de la desesperación.
Una tarde, mientras regresaba de la tienda, los vio juntos por primera vez.
Caminaban abrazados. Él le enlazaba la cintura y ella le apoyaba la mano en la espalda,
con una naturalidad que la descolocó. Sus pupilas se clavaron en la desconocida mujer.
Tendría más o menos su edad, sin embargo un abismo las separaba.
De cuerpo exuberante y cabellera ondulada, aquella extraña parecía una actriz de
telenovela. Su andar era felino y destilaba una sensualidad muy difícil de ignorar.
La pareja nunca la vio. Estaban tan concentrados el uno en el otro, que su presencia
pasó absolutamente desapercibida.
Convinieron de manera telefónica que Alfredo vendría hasta la casa para llevarle unos
documentos relacionados con el divorcio. Ya había transcurrido un año y debían
terminar con aquella cuestión de una buena vez.
Escogió un vestido con flores azules que sabía que a él le agradaba. Se rizó el cabello
y apenas coloreó sus labios con un poco de carmín.
Le temblaban las manos cuando abrió la puerta. Alfredo se acercó y con sonrisa
titubeante, la saludó besándola con timidez en la mejilla.
Se sentaron en el jardín. Martha había dispuesto una sencilla merienda Hablaron
ordialmente durante un buen rato.
-Te veo bien, Martha. –dijo el hombre distendido.
-No fue fácil, pero ahora estoy mucho mejor. –respondió la mujer con suavidad.
Mientras firmaba la documentación pertinente, Martha deslizó una frase casi al pasar.
-¿Recordás que día es hoy?
Las mejillas de Alfredo se ruborizaron y evitando mirar de frente a su ex mujer,
respondió:
-Si. Es el Día de San Valentín…
Ella sonrió con naturalidad y le ofreció una bandeja con bizcochos.
-Sin rencor, Alfredo. La vida es así. –susurró Martha benévola.
El hombre apenas alcanzó a ingerir el primer bocado. A los pocos minutos, se
descompuso del dolor. Cayó de la silla y permaneció sobre el césped doblado por
los espasmos en el estómago.
El cianuro le estaba carcomiendo las entrañas.
Martha se arrodilló a su lado y mientras el padre de sus hijos exhalaba el último
suspiro, se aseguró que el hombre se llevara a la tumba sus últimas palabras.
-Feliz día de los Enamorados, mi amor.

14 comentarios:

  1. Así se hace,Bee,una mujer con carácter.Perfecta entrada para este día.
    Besossssssssssssssssss

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  2. Hola Mor!!! Recièn vengo de tu blog! Què bello el poema que publicaste! Con respecto a este relato, creo que la sinceridad brutal de el marido lo sentenció desde el principio. JE! Besos desde el corazón PODEROSA MORGANA!

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  3. Niñaaaaaaaaaa que placer descubrirte.

    En primer lugar agradecerte tus comentarios, sólo hoy he sacado algo de tiempo para dedicarme la lectura y tratar de devolver visitas.

    ¿Tu relato? Dejando de lado que me parece que está finamente elaborado, ES LA LECHEEEE, joder me ha encantado y el final ha sido lo mejor.

    Un poco de venganza en San Valentin, no está nada mal, y no dejo de imaginarmela mientras se pinta los labios sabiendo lo que va a ocurrir.

    BUENÍSIMO.

    Creo que me va a encantar pasarme por aquí.

    Un besazo enormeeeeeee.

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  4. Caray que final. Ya decía que muy rápido había encontrado la resignación después de tantos años de matrimonio.


    Buen relato, te felicito.

    Un abrazo fuerte querida Bee.

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  5. Una prosa clara para un final impactante. Muy buen trabajo Bee, tus cuentos jamás defraudan mis expectativas.

    Besos

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  6. Hay amores que matan.....!!! Perfecta comprobación a través de tu relato. Impecable como siempre...

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  7. muy buenooooooo
    ME ENCANTÓOO!
    ESAS SON MUJERES CARAJO!

    :-D
    UN BESO MUJER!

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  8. Gracias a todos!!!
    ANA:
    El placer es mutuo Ana! Lleguè a tu blog por Humberto y me encantó. Me alegra que te haya gustado el post! Sièntete como en tu casa! Un beso grande mujer!
    MALQUERIDA:
    Hola Flor! Gracias por pasar! Un abrazo enorme amiga!
    PATRICIA:
    Gracias por el comment Patri. Creo que sabès cuanto te admiro, por eso tu elogio lo aprecio muchísimo! Un bezaso grandísimo!
    PEREGRINO:
    Jajaja! Ni lo dudes Osvaldo. Nunca te fies de una mujer herida.... Abrazo amigo!
    ESCARCHA:
    Hola amiguita!!! Has creado un monstruo Diana! De tanot leerte, mis protagonistas se han convertido en ángeles vengadores! JAJAJA!!!
    Besos brujos reina Escarcha!

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  9. Tomaaaaa y eso que no había rencor jajaja. Me gustan mucho tus relatos Bee, consigues enganchar al lector desde el primer momento, y encima son buenísimos. Un beso mañanero ;)

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  10. Hola SU!!!! Gracias por tus palabras! El alma del que escribe engorda de felicidad, cuando descubre que la historia que gestó logra captar la atención de las personas! Te dejo un beso enormísimo desde Buenos Aires!

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  11. Vaya, Bee, no queria que muriera.
    No obstante, bonito relato.
    Te mando un beso y gracias por tu apoyo :)
    Romek

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  12. Bee, qué pena que leí tu texto mucho después del 14 de febrero, porque habría puesto un link directo en mi espacio para que los amantes de los días comerciales se dieran una vuelta por aquí y leyeran literatura de la buena. Felicitaciones.
    Te cuento que con La Novia estamos organizando ese encuentro, ella se está encargando de crear una imagen que luego vamos a subir en nuestros blogs. Cuando esté lista te la paso así la subís acá, si querés. Hay que hacer ese encuentro, me encantaría ver gente con talento en vivo.
    Un beso enorme.
    Humberto.

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  13. Gracias amigos!
    DON VITO:
    Te agradezco los elogios y ya he visitado tu blog. Realmente creas unos versos admirables. Te dejo un saludo cordial!
    ROMEK:
    Hola amigo! Espero que vayas mejorando. Gracias x pasar a visitarme! Te mando mucha y buena energía!
    HUMBERTO:
    Thanks Humber! La idea era precisamente esa. Jugar con el "bendito" San Valentín, pero desde un lado NADA edulcorado! Insisto, cuando tengan organizado el meeting, cuenten conmigo! xxx

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  14. Tienes un regalito en mi casa.
    Mil besos.

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