mayo 01, 2011

DETRáS DE LA PUERTA


Apenas superaban los 2000 habitantes.
La llegada de cualquier forastero al pueblo era motivo
de curiosidad inmediata.
Encarnación se hallaba al frente de la pequeña hostería,
la noche en que la pareja arribó al lugar
Llovía a cántaros. El hombre de alrededor de 50 años,
estaba totalmente empapado. La mujer se cubría con
un abrigo que le ocultaba la mayor parte del rostro.
Sólo se podían apreciar sus largas piernas enfundadas
en un par de botas de tiro alto.
Rentaron una habitación sin regatear el precio.
Parecían apurados, ansiosos por desaparecer de
la mirada entrometida de Encarnación.
Mientras subían la vieja escalera, la dueña de la posada no
pudo evitar sentir cierta inquietud.
La mujer se aferraba al hombre como si en ello le fuera la vida.
El brazo de él la enlazaba con tanta fortaleza que parecía
que la iba a quebrar.
Por la mañana y mientras le servía el desayuno a su marido,
Encarnación comentó:
-Los registré a las 12.30 de la madrugada.
-¿Y de dónde vienen? –murmuró el esposo mientras
engullía un bocado de pan.
-No sé. El hombre firmó el libro y yo anoté su nombre.
“Enrique Yánez y señora”
Pasada la media mañana, y utilizando como excusa el aseo
de la habitación, se acercó hasta la puerta con la intención de llamar.
Su cuerpo se detuvo en seco. Unos gemidos de evidente excitación
la dejaron turbada. Sin poder contener el interés, apoyó la oreja
contra la puerta de madera.
Los suspiros de la desconocida, la dejaron demudada.
La voz ronca del hombre le provocó una oleada de súbito calor.
Avergonzada por su imprudencia, huyó escaleras abajo y estuvo
a punto de caer de bruces sobre el antiguo rellano.
El corazón le latía como un caballo desbocado. Le temblaban
las manos y apenas podía respirar.
Se sentó junto al ventanal de la entrada y trató de recuperar
el domino de sus sentidos. A través de los vidrios divisó la figura
de su marido, que conversaba amablemente con el dueño de la taberna.
Hacía más de 20 años que estaban casados, y tuvo que aceptar
con espanto, que jamás había experimentado algo similar a lo que
había escuchado detrás de aquella puerta.
El hombre bajó alrededor de las 2 de la tarde. Fue hasta la feria y
regresó con una bolsa de provisiones.
Saludó con un breve gesto y desapareció por las escaleras.
La rutina se repitió los siguientes 3 días.
Encarnación y su marido, no tenían noticias de la mujer.
Sabían que se hallaba en la habitación porque la escuchaban
deambular por el cuarto, mientras el hombre se ausentaba
para adquirir algo de víveres.
-Esto es muy extraño, Encarna. –le advirtió el marido con preocupación.
Ella se esmeró en restarle importancia al comentario del posadero.
Estaba como poseída. Cada vez que hallaba una oportunidad,
se acercaba hasta la puerta y ansiaba con desesperación escuchar
lo que aquellos dos hacían.
Su cuerpo y su sexo habían estado dormidos durante demasiado tiempo.
Ya no se ruborizaba por su conducta, las cartas estaban echadas
y ella no pensaba bajarse del juego.
Nunca intentó satisfacer su deseo con Miguel.
Ambos sabían que hacía rato nada los unía. Ella era conciente de
las aventuras de su marido.
“Pueblo chico, infierno grande” afirma con cruda certeza el viejo refrán.
Un día y a la hora de la siesta, se escucharon pasos que
se dirigían hacia la puerta. Encarnación adormilada, distinguió al
desconocido que huía por la carretera como si lo persiguiera el diablo.
Todo se salió de cauce en un abrir y cerrar de ojos.
Miguel golpeó la puerta hasta sangrarse los nudillos de la mano.
Encarna solo atinó a mirar por la cerradura.
La imagen de la mujer desnuda sobre la cama la sobrecogió.
La policía certificó que la muchacha estaba muerta.
Cuando giraron el cuerpo, descubrieron unas marcas rojizas
alrededor del cuello. Tenía los ojos muy abiertos y una mueca de
espanto en los labios.
Al hombre lo encontraron unas horas después, colgando de un árbol.
"Le pido perdón a mi hermana. Nunca fue mi intención quitarle
la vida a su hija" rezaba la lúgubre nota.
-¿Era el tío de la muchacha? –se horrorizó Miguel ante
la mirada atónita de Encarnación.
Mucho se habló en el pueblo de la tragedia desatada en el hostal.
Con el tiempo las voces se fueron acallando hasta convertirse
en un oscuro y lejano recuerdo.
Encarna, era la única que no podía olvidar a la pareja de amantes.
A partir de aquella brutal desgracia, no había día en que no padeciera
la aterradora sensación de hallarse muerta en vida.

18 comentarios:

  1. hola, estaba a punto de ir a la cama, mis ojos apunto de cerrase, casi no puedo leer, asi que mejor te leo mañana con tranquilidad, por el momento te dejo un beso y saludos con cariño.
    chao

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  2. Bien llevado Bee, la crueldad de la vida y de los silencios guardados a flor de piel.......

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  3. muy bueno Bee,
    lo llevas de tal manera que una vez que comienzas a leerlo no puedes dejar de hacerlo.
    Un abrazo amiga!

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  4. GèMINIS:
    Gracias por pasar! Sièntete como en tu casa! Otro beso para tí!
    PEREGRINO:
    Cada familia es un mundo, no? Es muy cierto lo que decís Osvaldo.
    Te dejo un abrazo!
    ESCARCHA:
    Hola amigaza! Gracias por el comment y por estar siempre aquí!
    Besos y abrazos enormes, mujer!

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  5. Leerlo es como ir rodando escalones abajo, y cuando arribamos al llano, parón en seco. Bueno, muy bueno!
    Besos!!!

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  6. MIMOSA:
    Ayyy mujer, me fascinan tus comments porque resumes con una precisión quirúrgica lo que quise transmitir! Eres un encanto!
    Besos enormísimos, Mimi!
    P/D: Perdona lo de "Mimi" pero me salió del corazón! :)

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  7. Qué texto, Bee!!!!
    El final sorpresivo que, por crudo sea, siempre se le agradece al escritor.
    Has escrito uno de esos cuentos memorables, que jamás se olvidan.
    Enhorabuena amiga.
    Besos

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  8. Muy bueno y bien llevado al lector. El personaje de Encarnación está clavado
    Saludillos

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  9. PATRICIA:
    Gracias amiga! Tus palabras me cargan de buena energía. Un abrazo gigante!
    PUCK:
    Gracias por la visita Mar! Un gusto tenerte por aquí! Besos!

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  10. Uffffffffffffffff..el final me sobrecogió Bee,no esperaba ese giro inesperado.
    Eres genial con este tipo de entradaa.
    Bravo por tí.
    Besazos.

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  11. El final me sorprendió, pero creo que empiezo a entenderte.

    Saludos Bee.

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  12. PODEROSA MORGANA:
    Gracias por pasar Mor! Espero que estès descansando. No te aceleres, vale? Besos sanadores, amiga linda!
    JOSè LUIS:
    Hola brother! :) Viste? Con el tiempo vas a ir descubriendo la neurosis de tu hermana mayor... JAJAJA!!! Un beso blusero para tí!

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  13. Qué historia tan triste, Beebie.
    Me recordó mis días como recepcionista nocturno en un hotel. Un día entraron dos francesas, les pedimos el pasaporte el primer día y ya llevaban cuatro sin recogerlo, cosa muy extraña porque el pasaporte para un turista es como un dedo o un anillo. Mi compañero de turno y yo empezamos a pensar en lo que pudo haber ocurrido. ¿Y si estaban muertas? No habían salido del hotel en cuatro dias. ¿Y si una había asesinado a la otra? ¿Por qué fue tan tonta de dejar su pasaporte ahí? Al quinto día bajaron las dos, hicieron el check-out y se marcharon como si nada, dejándonos a nosotros con toda nuestra literatura fantástica.
    Un besito,

    Romek

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  14. Inesperado final, no me imaginaba que algo malo fuera a pasar.


    Un abrazo Bee.

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  15. ROMEK:
    Cada comentario tuyo es una experiencia surrealista. La de anècdotas que tendrás amigo querido! Te juro que me vas a tener que soportar de visita y me sentarè a escuchar las historias que has vivido en tus viajes!
    Què bonito está el perfil del león!
    Besos a raudales!
    LA MALQUERIDA:
    Gracias por pasar Flor! Justo vengo de tu blog. Sincronización pura! Un beso enorme mujer!

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  16. Wouuu!!!! Que buen relato Bee, me encantó... Un final para el aplauso... Muy bien escrito, muy bueno!!

    Besote

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  17. Bee: parece que somos varios los que estamos un poco oscuros en estos días, al menos en los textos.
    Un texto que bien podría ser el guión de un cortometraje, tiene todos los elementos necesarios. Muy bueno el final.
    Me encantó la reflexión final de Romek y la amplío: cuántas personas pasan cerca de nosotrs sin saber que serán los próximos protagonistas de alguna de nuestras historias.

    Un agradecimiento enorme por ser una de las personas que forman parte del patrimonio de mis afectos.
    Hope you have a nice Wed. and so on...
    Humberto.

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  18. LA NOVIA:
    Què lindo tenerte por aquí y muchas gracias por el comment!
    Besos, linda dama!
    HUMBERTO:
    Jajaja! Tenès razón... Andamos medio dark con los textos, no?
    Y si, es verdad, la de historias que emergen de las vivencias propias y ajenas.
    Y no me agradezca nada Mr. Dib, es un placer conocerlo y disfrutar de su espacio, es decir de usted mismo. Se entiende, no? ;)
    Kisses for you my dear!

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