junio 08, 2011
BANZAI
Aquel lunes, al llegar a la oficina advertimos que algo no andaba nada bien.
En la recepción del edificio, un grupo de hombres muy bien vestidos y
de aspecto extranjero, nos estaban esperando impacientes.
Para nuestra tranquilidad, el vocero oficial de la nueva compañía y en un
castellano bastante comprensible, nos confirmó a todos en nuestros cargos.
A partir de ese momento la empresa se llamaba Netzwerk Inc. y pertenecía
a un holding alemán que tenía como sede principal la ciudad de Munich.
Cuando uno de los desconocidos que había permanecido en silencio dio
un paso al frente, los otros retrocedieron al unísono como si fueran
soldados germanos.
Tendría alrededor de 60 años y un aspecto decididamente teutón. El cabello
era muy fino y escaso. Los ojos eran claros y la piel parecía de mármol.
Se llamaba Helmuth Von Verltheim y su cargo era el de gerente general
de la sucursal argentina.
La nueva conducción nos obligaba a trabajar con el ritmo eficaz
del primer mundo.
Sin embargo, la actitud de cierta empleada comenzó a llamar la atención.
Desde que la insoportable Brenda se había convertido en la secretaria
privada de Von Verltheim, las cosas empezaron a cambiar de forma radical.
Nuestra voluptuosa compañerita, se pasaba las horas en la oficina del
gerente y apenas conseguíamos que se dignara a prestarnos atención.
La escultural pelirroja cada día tomaba más ínfulas y ni siquiera se esforzaba
en disimular su nueva y privilegiada posición.
Entre tanto, el aspecto físico del gerente general se iba consumiendo a
pasos agigantados. El sexagenario Helmuth lucía felizmente ojeroso y
decididamente más delgado, consecuencia directa de la práctica
indiscriminada de sexo salvaje.
Brenda escaló en la pirámide laboral con la velocidad de un ave rapaz.
Llegaba a la oficina a cualquier hora y los beneficios del intercambio
amoroso se hicieron efectivos en costosas ropas, tarjeta de crédito dorada y
un automóvil 0km, que se encargaba de restregarnos cotidianamente.
La noticia cayó con el efecto devastador de una bomba atómica.
Don Helmuth viajó a Alemania con el objetivo de despachar a Gertrudis,
la fiel esposa alemana, para luego radicarse en la Argentina y comenzar
una nueva vida con la jovencísima y pulposa secretaria.
Debido a que la empresa se había fusionado con un poderoso magnate
japonés, en menos de 4 días recayó sobre mis hombros la responsabilidad
de organizar la bienvenida para el representante nipón de la sucursal de
Netzwerk Inc. en Tokio.
El enviado oriental resultó ser un sujeto bajito y de aspecto casi monacal.
Lucía el cabello negro cortado al ras y los ojos eran dos hendijas finas y
con pestañas casi inexistentes. De sonrisa cordial, Akira Takahashi
rápidamente logró conquistar a todo el personal.
Su estadía en Argentina fue breve pero fructífera.
Cuando Von Verltheim regresó, Brenda lo esperaba con una feliz noticia.
La muy hábil mujercita estaba embarazada.
El alemán emocionado hasta las lágrimas, reunió al personal de confianza,
y utilizando las pocas palabras que dominaba del castellano, brindó por
su futura y sorpresiva paternidad.
Finalmente el día del parto llegó.
Don Helmuth salió raudo hacia el sanatorio. El hombre estaba orgulloso
y hasta parecía rejuvenecido.
Las horas pasaron pero no obtuvimos novedades con respecto al futuro
heredero de la corona germana.
A la mañana siguiente, ingresó a la oficina la secretaria suplente del
gerente general. Tenía la cara colorada y el gesto contrariado.
Con la frente en alto y en tono neutral anunció:
-El señor Von Verltheim viajó de manera inesperada a Alemania.
No sabemos la fecha de retorno.
Sin agregar una palabra demás y con una seña apenas perceptible,
me indicó que la siguiera a su oficina La mujer estaba sentada detrás
de su escritorio sujetando con manos temblorosas una taza de té.
Por fin me miró y dijo:
-El bebe nació anoche.
La pregunta brotó de mis labios de manera titubeante.
-¿Está todo bien?
La secretaria me dedicó una curiosa sonrisa de satisfacción.
-Es un bebé absolutamente saludable.
-¡Ahhhh! –exclamé aliviada.
Sorbió otro trago de la exquisita infusión y agregó enigmática:
-Es una pena que el señor Von Verltheim haya tenido que viajar…
Quizás con el tiempo el bebé se parezca más a él.
Aunque pensándolo bien ¿de quien habrá heredado ese cabello tan
negro y los ojos tan rasgados?
Parece un pequeño samurai.
Tragué saliva y de repente la cara del señor Akira Takahashi se
me vino a la memoria.
Relaciones internacionales que le dicen.
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Me quito el sombrero una vez más ante tus escritos Bee,me entusiasman.
ResponderEliminarCuídate mucho,por favor.
Besos.
¿Será cierto eso de que el tamaño no importa?
ResponderEliminarMe refiero a la cartera, obviamente.
Salu2 Bee, se te echaba de menos.
Y...todo sea por el éxito...¡Muy bueno Bee......!!!!!! Un abrazo
ResponderEliminarjajajaja me encantóóóóóó!!!!
ResponderEliminarla voluptuosa sí que se sabía llevar a la cama a los indicados.
lástima que la genética le jugó en contra.
;-)
muy bueno Bee!!!!
me he reído un montón!
un abrazo grande GENIA!!!
ja ja ja!!! Que se la aguanten los dos, padre postizo y madre. Ahora queda claro quien es quien y por qué.
ResponderEliminarUn beso grandísimo Bee?
Por qué Morgana te pide que te cuiddes? Espero que no sea nada serio.
Doblete de besos
PODEROSA MORGANA,JOSè LUIS,OSVALDO, ESCARCHA Y PATRI:
ResponderEliminarMuchas gracias por estar siempre conmigo! Estoy saliendo de una gripe feroz y tengo mucho trabajo, pero tenganme paciencia que ya voy a ir visitándolos. A la noche, me hago un cafecito y disfruto de su talento. Un abrazo enorme y besos para todos! :)
Esas son las verdaderas relaciones carnales internacionales. Parece que todo el mundo esta entregándose a estas cosas y yo escribiendo comentarios....jajajaj.
ResponderEliminarUn beso y que mejores Bee !
El samurai las mata callando... jaja muy bueno bee!
ResponderEliminarDANY:
ResponderEliminarHola querido cuervo! Viste? Nosotros escribiendo y comentando y otra gente "trabajando" a full!
JAJAJA! Beso enorme!
Miss BS:
Hola amiga!!! Me encantó tu comment! Me matè de risa. Te quiero contar que estoy leyendo tu blog ("Invierno" me fascinó) pero Blogger no me ha dejado comentar.
Ajjjj! Espero tener mejor suerte muy pronto! Abrazo grande!
Vaya sorpresa con razón el alemán puso pies en polvorosa para ahorrarse la vergüenza.
ResponderEliminarSaludos Bee, mejórate pronto.
mi querida Bee, veo que tu gripe no te impide escribir, cosa que me parece muy bien.
ResponderEliminarUn relato que bien podría haber nacido en el seno de cualquier multinacional... Reflexiono: menos mal que la biología permite la fecundación de un sólo espermatozoide, si no, muchas de esas mujeres tendrían hijos semejantes a las paletas picodulce.
Te dejo un beso enorme.
Humberto.
mucho talento encierran sus relatos, me agradó darme un paseo por los entresijos de netzwerk...
ResponderEliminaresa secretaria que condenó al oprobio a ese maganate alemán me recuerda en cierta medida la fuerza que tienen ustedes las mujeres, con esas armas que nos desmadejan en un parpadeo.
Besos enormes..y muchas alegrías))
LA MALQUERIDA:
ResponderEliminarHola Flor! Gracias por tus saludos y espero que tú tambi estès mejor!
Besos miles amiga!
Mr.Dib:
Muy bueno lo del Picodulce! JAJAJA! Debo admitir que sos "bravas" cuando queremos... ;D
Cheers!
ANGEL:
Gracias por tus elogios amigo!
Tu blog está estupendo siempre!
Un abrazo cordial!
Hace unos años esa chica hubiese hecho capote en la Rosada!!!!!
ResponderEliminarBuenísimo Bee, me morí de risa...
Besos
Felicidades Fortineros!!
ResponderEliminarLA NOVIA:
ResponderEliminarJajaja!!! Tenès razón amiga! No lo quiero ni pensar! :D
Besos miles!
DANY:
Gracias Dany!!! Estoy re-contenta! Despuès del partido fallido con Peñarol, esta es una alegría enorme!
Sos un encanto querido cuervo!!!
Un beso asiiiiiiii de grande!