octubre 14, 2010

DEVORADOR DE ALMAS (Parte I)

El hombre conservó el secreto hasta que sintió que las garras de la muerte le acariciaban la garganta.
La temblorosa mano se aferró al brazo de su hijo mayor.
-No tenemos mucho tiempo Ezequiel –murmuró
con los ojos bañados en lágrimas.
El monólogo sólo fue interrumpido por los constantes accesos de tos. El rostro de su primogénito fue mutando a medida que avanzaba en el relato. Finalmente calló. El joven desvió la mirada y sintió que la pena le consumía el alma. Por un momento el viejo caviló. Sin embargo, sacó fuerza de flaqueza y con tono firme dijo:
-Ahora es tu turno. –y agregó- Nunca olvides
que esta batalla es a muerte.
Al día siguiente se celebró el entierro bajo una lluvia torrencial.
La viuda y el resto de la familia se retiraron junto con el capellán.
Ezequiel empapado por la densa cortina de agua, se quedó mirando
el montículo de tierra mojada.
En ese preciso instante lo escuchó. Como si se estuviera despidiendo
de un viejo amigo, un aullido atronador retumbó en la soledad del camposanto.
El muchacho giró sobre sus botas y a través de sus ojos anegados por
la tormenta, intentó identificar el lugar de donde había provenido aquel
sonido escalofriante.
A partir de aquella noche, nada fue igual en la vida de Ezequiel. Su aspecto
iba desmejorando y apenas probaba bocado. La madre y los hermanos eran
testigos de su alarmante deterioro.
A pesar de trabajar arduamente en el campo, se pasaba las noches en vela
leyendo un antiguo diario que había pertenecido a su padre.
Para colmo de males, una nueva plaga azotaba a la sufrida población. Hombres
de mediana edad aparecían sin vida en las afueras del pueblo.
El doctor desesperado, no alcanzaba a descifrar la causa de las muertes.
Los cuerpos no evidenciaban signos de mutilación alguna. Sin embargo existía
un misterioso denominador común. Una expresión de horror en los rostros de
las víctimas, era la marca que los caracterizaba. Aparecían con los ojos abiertos
de par en par y los labios oscuros y crispados.
Sólo Ezequiel sabía lo que estaba sucediendo. El entrenamiento se prolongó a lo
largo de aquel trágico mes. Sufría en silencio ante la enorme cantidad de pérdidas
humanas, pero no tenía opción. Su padre ya se lo había advertido. No debía comenzar
la cacería hasta no completar su preparación. Le iba la vida en ello.
Una noche de luna llena tomó la decisión. Cargó las armas dentro del raído maletín
de su padre y se aseguró de no olvidar absolutamente nada. La pequeña bolsa de cuero
con azúcar quemada permanecía sujeta al cinturón. Un frasco con agua bendita colgaba
de su cuello y la carabina estaba cargada con balas de sal que él mismo había preparado.
Al salir de su casa, el frío de la noche le golpeó la cara con crudeza.
Se sujetó el sombrero de fieltro y cubrió su rostro con un grueso pañuelo de lana.
Deambuló durante horas.
De pronto la tensa calma se rompió como una frágil copa de cristal. Desesperado,
corrió en la dirección de donde provenía aquel alarido desgarrador. La escena que se
estaba desarrollando ante su espantada mirada, lo dejó paralizado.
El cuerpo de un hombre joven yacía tirado en el barro. Una criatura colosal se inclinaba
sobre el pobre infeliz que luchaba inútilmente por liberarse de aquel abrazo mortal.
Ezequiel con paso tambaleante se acercó tratando de hacer el menor ruido posible.
Sus ojos no daban crédito a lo que estaban contemplando.
La bestia sujetaba con inusitada fuerza a la pobre víctima. Se acercó hasta la boca
del hombre y comenzó a aspirar. “Le está robando el alma”, gimió Ezequiel
desesperado. Todo duró unos pocos segundos. Aquella criatura había devorado
hasta el último aliento del desdichado muchacho.
“Yo te ordeno, por el Dios Verdadero, por el Dios Vivo, por el Dios Santo, que te
alejes de este lugar para no volver jamás” –exclamó Ezequiel con desesperación.
La bestia abandonó a su víctima y lo miró por primera vez. Llevaba
un sombrero de ala ancha y sus facciones apenas podían distinguirse. Se cubría con
una capa de piel y llevaba unas botas enormes. Lo que impresionó a Ezequiel fueron
sus ojos. Las pupilas eran brillantes y carecían de color. Con movimiento ágil intentó
saltar hasta donde Ezequiel estaba parado.
Un sonido gutural salió de su enorme boca. La línea de azúcar quemada que Ezequiel
había trazado lo detuvo sólo unos minutos. El tiempo más que suficiente para sacar la
carabina y disparar las balas de sal que acabarían con aquel condenado demonio.
Disparó tres veces y solamente una vez dio en el blanco. La criatura aulló y desapareció
entre las sombras de la noche. Los latidos del corazón de Ezequiel estuvieron a punto de
partirle el pecho en pedazos.
“Hoy llegué tarde” –pensó el joven mortificado- La próxima vez no tendrá tanta suerte…


(Continuará)

6 comentarios:

  1. Me has dejado sin respiración, hasta la última linea. Alucinante! Es curioso, porque la imagen me hace acoradarme de Escarcha, es del estilo que hace ella.

    Deberias hacer un libro con tus escritos,como le digo a ella.O juntaros y hacer algo, saldria un buen resultado.

    ¿Seguro que no sois hermanas? Un beso

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  2. Hola Reina Mus!!! JAJJAA!!! Me encanta que te haya gustado el relato. Ojalá pueda publicar un libro algún día!!! Con respecto a Escarcha, te imaginas a ambas "elucubrando" alguna historia en conjunto? Para mí sería un HONOR!!! Un beso enorme!!! P/D: Esta noche se viene la segunda parte.

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  3. oooohhhh es un texto que lo lees en un suspiro, SE TE VA LA VIDA TRATANDO DE TERMINARLO, ME GUSTA MUCHO EL SUSPENSO QUE LOGRAS PONER EN TUS TEXTOS, SON MAGINIFICOOOOOSSSS!!!!!
    ESCRIBES COMO LOS DIOSES NIÑAAAAAAA
    ME ENCANTAAAAAAAAAAAAA
    te imaginas un libro con nuestros textos????? tendrían que leerlo con esponjitas en las manos para ir absorviendo la sangre que caería de ellos jajajajajajaja
    ARRIBA LAS MUJERES QUE ESCRIBEN DESDE EL LUGAR MÁS OSCURO DE LAS HISTORIAS!

    MUCHOS BESOS MUJER HERMOSA

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  4. JAJAJA!!!! Diana sos lo más!!! Generosa con tus comentarios y humilde con tu talento!!! Sería fantástico escribir juntas! Què se preparen los que gustan de la oscuridad... JAJAJA!!! Beso asiiiii de grande!!!

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  5. Si, algo así como un cuento en donde se ponen diferentes escritos de terror de varios autores. Me parece una idea fenomenal! Yo hablaria con Madroca que sabe de esto de hacer libros. Venga, animense! Yo les compro uno seguro!!

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  6. Ayyy Mus!!! No tienes que comprar nada!!! Sería una satisfacción poder obsequiarte un libro!!! Yo me animo!!! Escarcha se animará? JAJAJA!!!Sabès? Hace 1 semana cuando se me fue mi papá, le prometí que algún día iba a publicar un libro. El estaba muy orgulloso de mí y sería maravilloso poder cumplir con esa promesa!!! Ojalá Dios y èl desde el cielo me ayuden!!! Un beso mi querida amiga!!!

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