noviembre 04, 2010

AZúCAR AMARGA

“Me voy por los cerros, altos.
A llorar a solas, lejos.
A ver si se apuna el dolor.
Subo, subo.”
ROLANDO VALLADARES.




Estaba decidido. La situación no daba para más. Su marido la había abandonado 2 meses atrás y ya no le quedaban reservas para alimentar a los hijos.
El mayor trabajaba en el cañaveral, pero el salario apenas alcanzaba para completar la única comida del día. Cuando vendió el telar, el último recurso del que disponía, comprendió que ya no existía otra salida.
El guardia fronterizo le sugirió el trabajo una calurosa tarde de verano. A pesar de no tener mucho estudio, ella comprendió de inmediato la dimensión del trato. Sabía que aquello era riesgoso, pero si desechaba la oferta temía no volver a disponer de alguna
otra opción.
Se reunió con los hijos mayores y les comunicó que a partir de ese
momento, ella iba a tener que viajar. La miraron con recelo.
No era para menos, aquella mujer en su vida había abandonado la cañada.
Decidió repartir a los chicos entre la casa de su hermano menor y
el rancho de su comadre. Lo peor fue despedirse de los pequeños.
Los besó con los ojos llenos de lágrimas y apuró el paso sin mirar atrás.
Cuando cerró la puerta de la casa, aún no había amanecido.
Se fue caminando despacio, tarareando bajito una vidala cualquiera.
Intentaba distraer la mente, no pensar en nada.
Se acercó al paso fronterizo y esperó en el lugar donde el hombre le
había indicado. Ahí nomás, debajo de un viejo árbol, comenzó a ingerir las
cápsulas de una a la vez. Un sorbo de agua ardiente le sirvió para no vomitar
la preciada carga. El hombre vestido con uniforme gubernamental le dio la
mitad del pago. El resto lo obtendría a la vuelta.
Aprisionó los billetes contra su cuerpo, para luego suspirar hondo y dejarse
acompañar hasta la parada del ómnibus.
Sentada en el último asiento del micro, dejó que la inmensidad de las montañas
le encegueciera la mirada. Las horas transcurrieron lentas y monótonas.
Finalmente el sopor y la cadencia del bus la sumieron en un profundo letargo.
El ruido de una sonora bocina la sobresaltó. Sus ojos apenas podían creer lo
que estaba viendo. Un cartel verde y de enormes dimensiones le avisaba que
habían llegado a Buenos Aires. Se felicitó a si misma por haber aprendido a leer
con aquel amable gringo que fue maestro de sus hijos en la escuela de frontera.
Una pequeña llama de esperanza le encendió el pecho. Ojalá aquello fuera el
principio de una vida mejor. Quizás Diosito le estaba regalando una nueva oportunidad.
La estación de ómnibus era un hervidero. Cientos de personas transitaban
por allí. De pronto se sintió un poco mareada. No estaba acostumbrada a
semejante caos sonoro.
El silencio de la montaña, que tantas veces la había desanimado, ahora le parecía
un tesoro difícil de recuperar.
Esta vez el mareo fue más fuerte. Y no sólo eso, vino acompañado por un terrible
dolor en medio del estómago. Las piernas le empezaron a flaquear.
Cerró los ojos con desesperación.
Después llegó la oscuridad.
La autopsia reveló que 4 de las 20 cápsulas de cocaína pura que llevaba en
el cuerpo, se le reventaron dentro del aparato digestivo.
Una de las enfermeras del hospital se encargó de revisar la humilde
mochila de la mujer. Necesitaban encontrar alguna documentación que los ayudara
a conocer su identidad.
El cirujano de guardia mirando impotente el documento, murmuró:
-Joder, apenas tenía 36 años…

6 comentarios:

  1. Lamentablemente miles de "mulas" corren la misma suerte. Un muy buen relato sobre un tema muy duro, sobre el que hay que concientizar.
    Un beso
    R

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  2. muy bueno bee, durísimo y real.
    la pobreza obliga a muchos a hacer cosas que si tuvieran una segunda opción, ni siquiera lo pensarían.

    saludos mujer!!

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  3. Gracias x los comments chicas! Como dije en el face, es duro escribir sobre algunos temas, pero necesito elevar la voz a travès de mis escritos. No es justo cerrar los ojos o mirar para otro lado. Un beso enorme para ambas!

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  4. Muy buen relato Bee, te felicito. Un abrazo.

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  5. Muy bien construido Bee. Felicitaciones ! me hiciste vivir la "previa" de "Paco"
    Peregrino

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  6. Hola Juan! Gracias x tu visita1 Tenès razón Osvaldo, parece la previa de "Paco". Terrible situación! Saludos y gracias x pasar x acá!

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