enero 17, 2011

Tirate al río!

Nos conocimos a través de unos amigos en común y fue un flash a primera vista. Yo tenía 19 años y él 26.
Pertenecía a una familia de prosapia y era el colmo de la formalidad. Supongo que la regla que indica “los opuestos se atraen” nos encajaba como anillo al dedo, ya que mi espontaneidad rayaba con la inconciencia y siempre me alteraron las actitudes rígidas y dogmáticas.
Después de un par de meses de “un aleteo amoroso memorable” el caballero en cuestión, se decidió a dar el gran paso.
Con puntualidad casi británica, Mariano pasó a buscarme por la casa de mis padres a las 8 de la noche.
Mi vestido había sido elegido de manera deliberada. El chico adoraba la femineidad y yo lo sabía.
El viaje hasta la ribera del río fue un ida y vuelta de miradas, suspiros y caricias bastante recatadas.
Finalmente y antes de descender del auto, Mariano me besó con ardor
y pronunció las palabras mágicas:
-¿Te gustaría ser mi novia?
El lugar era fantástico. La cálida noche de verano invitaba al romance.
La mesa elegida estaba ubicada en una bella terraza con vista al río.
Cuando llegó la hora de ordenar, mi recién estrenado novio dijo:
-Yo voy a tomar una cerveza.
-¡Que sean dos! –exclamé alegremente.
La voz de Mariano sonó implacable:
-¡De ninguna manera! Las señoritas no toman cerveza.
Instantáneamente las entrañas se me retorcieron como un puñado de lombrices.
Tengo que confesar que mi genio es bastante sensible y que mi mal humor
empezó a crecer de manera preocupante. Las observaciones que mi partenaire
siguió manifestando no ayudaron en absoluto.
En su delirio coloquial, el pichón de primate que tenía a mi lado,
tocó fondo cuanto sentenció:
-Querida mía, la pareja es como un barco. Sólo hay un capitán, el resto son marineros.
Y agregó sin pestañear:
-Y está más que claro quien es el capitán de este barco.
No voy a justificar mi reacción, pero sonrió de un modo tan soberbio que
las manos se me fueron solas. Derramé la cerveza helada sobre su camisa y
mientras me retiraba le dije indignada:
-¡Tirate al río! ¡Y no te olvides de atarte el ancla al cuello!
Fue debut y despedida. El noviazgo formal había durado apenas unas cuantas horas.
Por supuesto nunca lo lamenté.
Hace 15 años que estoy en pareja con el mismo señor. ¿Saben como me conquistó?
Recuerdo que una tarde de noviembre, me miró a los ojos y me preguntó sonriendo:
-Me gustaría ser tu compañero de aventuras ¿Aceptás?
Fue en ese preciso momento, que comencé a derretirme como chocolate al sol.

17 comentarios:

  1. De menudo patron de barco te libraste...
    Emotiva la frma de tu pareja actual de proponerte iniciar el viaje de la vida juntos.
    Eres muy afortunada.
    Besos!

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  2. Muy bueno el relato, ese capitán de pacotilla se ve que no se imaginaba con quién se jugaba los cuartos....

    Saludos.

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  3. No me extraña que te derritieras, bonita manera de decir las cosas.

    Un abrazo.

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  4. Bee,me has emocionado¡¡Qué hermosa manera de proponerte vivir unidos!!
    Besitos.
    http://masalladelaberinto.blogspot.com

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  5. yo también hubiese caido rendida a sus pies!!!
    EXCELENTE
    saludos Bee!!!!

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  6. Gracias amigos!
    Hay personas que no tienen caso! Hombres y mujeres por igual. Andan por la vida con un aire de superioridad horrible y decadente. Menos mal que tambièn existen seres amorosos y sensibles que hacen que la vida sea maravillosa! Un abrazo fuerte para todos!

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  7. Enhorabuena por tantos años de aventuras con tu pareja. Cuando sea grande quiero ser como tú ;)
    Un abrazo.

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  8. Hola Carlos! Gracias x tu visita y x tu comment! Sos un ser excepcionalmente sensible. Un beso grande!

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  9. Bee, el relato es fresco, bien llevado, relata una historia que se repite bastante en esta sociedad machista en extremo. No hay dudas de que ponerle fin a semejante inicio era el mejor camino, tal vez un poco exagerado lo de derramarle la cerveza, pero habría que haber estado allí para sentirlo. Por suerte, termina bien y la cerveza no permitida se volvió chocolate derretido gracias a las dulces palabras de un hombre en serio.
    Ahora que terminaron mis vacaciones no tengo excusas para no pasar por este blog tan bonito que tienes.
    Un beso enorme.
    Humberto.

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  10. Gracias por tu apoyo,eres grande.
    Besazos

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  11. HUMBERTO:
    Gracias por la visita. Jajaja! Es verdad, me fui al demonio arrojando la cerveza. Los años han calmado mis arranques de cólera, ahora reacciono como una dama. JAJAJA! Un abrazo enorme y te agradezco tu aprecio por el blog. Es un placer para mí!

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  12. Jajaja te viste decente, yo le hubiera dado una cachetada pues este que se cree jajaja.


    Bien por el amor que vives.

    Un abrazo.

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  13. PODEROSA MORGANA:
    Eres una inspiración mujer! Es imposible no apreciarte. Mi corazón está contigo. Besos sanadores bella dama!

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  14. Hola FLOR! Te confieso que de buena gana le hubiera dado una cachetada! Gracias x pasar amiga! Un beso grande!

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  15. Gracias por tus palabras de ánimo Bee.
    Saludos.

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  16. Me he quedado con ganas de saber eso del "aleteo amoroso memorable", pero conociendo mejor a ese tipo como que se me fueron las ganas y me gustó tu venganza cervecera... Capullos como ese a montones, por lo que no me extraña nada que te lanzaras a por ese compañero de aventuras...Lo que me lleva a pensar...¿Se basa el relato en hechos reales?

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  17. MUSARAA:
    Yes, el relato es autobiográfico. El muchacho era la reencarnación del hombre de las Cavernas!
    Cuando quieras te cuento el tema del "aleteo amoroso memorable" JAJAJAA! Un abrazo!

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