TIENE NOVIA!

La noticia me cayó como una bomba. Mi sobrinito Ignacio… ¡tenía novia!
-¡No seas exagerada! –me dijo el insensible de mi hermano- ¡Nacho ya tiene
 13 años y unos pelos en las patas más largos que los míos!
Escandalizada y después de hablar con mi cuñada, la desconsolada madre
del niño, me entero con estupor que la “noviecita” del nene tenía 15 años y
se llamaba Bianca.
Pero si apenas ayer, Ignacio era un bebé hermoso y ahora una intrusa
cualquiera –encima mayor que él- se adueñaba de nuestro preciado tesorito.
Deberían recluirla en un convento de monjas de clausura en la cima
del cerro Aconcagua.
Yo me pregunto ¿Quién se dejaba ganar sistemáticamente al dominó todas
las partidas? ¿Quién lo llevaba a ver esas soporíferas películas de Scooby Doo
acompañada por toda la pandilla de los enanos revoltosos de sus amiguitos?
¿Quién se pasaba las horas recorriendo las jugueterías del shopping buscando
el regalo más divertido? ¿Ella???????
¡No! Yo, la tía Mariana.
¡El nudo que se me hizo en el estómago, cuando la conocí en la escuela durante
la celebración del 25 de Mayo! ¡A la edad de ella yo parecía Heidi con el perro y
el abuelo en las montañas de Suiza!
¿Y qué clase de extraño alimento balanceado le dan a estos nuevos especímenes?
La fulana mide más de 1.70, tiene la figura de una modelo de Armani y apenas
cumplió 15 años!
El asunto es que esta catástrofe, me costó 3 sesiones de terapia con la psicóloga
y una considerable dosis de Trapax noche por medio.
Finalmente y después de atravesar unos días fatales, aproveché el almuerzo
del domingo, tomé coraje y con una sonrisa forzada, me animé a preguntar:
-Y Nachito ¿cómo está tu novia?
Nacho me miró de manera despreocupada y mientras se engullía una enorme
porción de papas fritas dijo:
-Noooo tía. Ya no tengo novia. Nos peleamos hace una semana. ¡Era una pesada!
Me llamaba a cada rato para preguntarme si la quería… -y agregó indignado-
¡No hay nada peor que me interrumpan a cada rato cuando estamos jugando
con los chicos a la play!
Ya sé, no me digan nada. Soy una ridícula total.