Dedicado a mi papá.
Te extraño, Frank.
La derivación gradual de la historia hasta anclar en la obsesión, el temor y la culpa, contrastaba con esa impiedad solapada con que afrontaba el nuevo intento. La ceremonia comenzaba después de la medianoche, cuando la casa descansaba entre tinieblas y la oscuridad le facilitaba la discreción que tanto necesitaba.
Cerró la puerta de la sala y en puntas de pie atravesó el pasillo que la separaba del cuarto de baño. El corazón palpitante, los labios entreabiertos y el jadeo irregular que atacaba la respiración, no eran más que los signos que anunciaban el comienzo de la odisea. Sorteando el perfil que le devolvía el espejo, descorría la cortina que ocultaba la tina y alargaba la mano al grifo de bronce antiguo. El agua brotaba generosa y se derramaba abundante hasta colmar la bañera. Primero alzaba un pie y luego introducía la pierna hasta mojar la camisa que llevaba puesta. Mientras recitaba una oración, que no llegaba a ser una plegaria, se deslizaba dentro del agua y sentada en medio de aquel punto en el espacio intentaba reconstruir parte de la intriga. Entonces cerraba los ojos, y luego de taparse la nariz, sumergía la cabeza hasta el fondo. Allí abajo los recuerdos cobraban ese sentido de realidad -que su intrínseca condición de pasado- le había quitado hacía tanto tiempo. Los párpados se agitaban y finalmente se abrían. Tras un momento de efímero sosiego, la pertinaz imagen se revelaba y sacudía su frágil aplomo: el rostro azulado de la niña, la hinchazón de sus facciones y aquellas pupilas dilatadas no dejaban de acecharla con tácito reproche.
Quizás y conforme a las costumbres establecidas, la maniobra del Vasco no fue el método más ortodoxo para solucionar la perturbadora cuestión. Pero ella conocía el límite de tolerancia de su hombre y sabía que una vez que cruzaba la frontera de la serenidad, los hechos se podían desencadenar sin límite ni decoro.
El Vasco sujetó un mechón de pelo y le hundió la cabeza. El puente de la nariz golpeó contra el fondo de loza. Un grueso hilo de sangre escapó de las fosas nasales y delineó un camino que serpenteaba encarnado hacia el desagüe de la bañera. El cabello corto de Mecha le dificultaba la faena. Los dedos despiadados del Vasco se resbalaban, las uñas rotas le arañaban la nuca y la determinación por mantenerla sepultada en el agua y zanjar la historia de una buena vez, lo desesperaban hasta cruzar la delgada línea que separa la razón de la locura.
Desde la trampa líquida y mientras los demonios personales jugaban al ajedrez con sus pecados, escuchó la voz del Vasco que a lo lejos bramó desquiciado:
“¿Cuándo vas a entender que no fue tu culpa?”
¿Asfixia?: Lo he leído de tirón, casi sin respirar... Papá estará orgulloso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sin aire vas a dejar a tus lectores!!! y tu Padre se va a regocijar mostrando como su hija lo honra y lo sigue teniendo presente. Muy bueno Bee, como siempre. Abrazo
ResponderEliminarHarto estaba el Vasco ya de no poder pasar aquella trágica página y continuar de la forma que fuera posible, muy distinta, seguro, pero el Vasco quería continuar.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho Bee. Saludos hispanos!!
Hay métodos y hay límites.
ResponderEliminarLo que más me gusta de este relato es que la escritura recrea la situación en su propio decir, pues llevas la historia con el método lineal y ritualístico tan característico del pretérito imperfecto, y lo llevas hasta el límite de tener que usar el perfecto simple para definir la situación, entonces ese PPS viene de la mano del Vasco (que tenía sus métodos y límites) y la cosa toma otro ritmo, apremiante y feroz, para terminar con una pregunta que apunta a un futuro que desconocemos, casi tanto como la protagonista.
Perdón, hoy me levanté raro.
Nadie, nadie nos corre, BeeBee, o, mejor dicho, el único que nos apremia es nuestro fucking superyo. El mundo puede seguir adelante con textos intrascendentes (es tan fácil notarlo), pero aplaude cuando aparece alguno que hace la diferencia.
Cheers, my Dearest.
I hope you say you're going to accept.
HD
He sentido angustia leyéndolo, reconozco que es un buen relato, deseaba saber el final, y me dejaste pensando en la pregunta... No dudo que tu papá lo sabía... Eres increíble! Bee Bee. i cariño y admiración siempre. Besos.
ResponderEliminarLo sentí muy real, tan real como si lo estuviera viendo. O viviendo. Potente relato de la impotencia.
ResponderEliminarAplauso y saludos, Borjas.
SERGIO:
ResponderEliminarMuchas gracias, bro! Otro abrazo enorme para tí!
PEREGRINO:
Amigo! Mi padre fue uno de los motores más importantes en mi vida. Era un lector tremendo y me alentó siempre a hacer lo que me apasionaba. Lo sigo intentando.
Un abrazo, Osval!
ZAVALA:
Te agradezco mucho, amigo Zavala! Es verdad, debe ser una locura luchar contra la obsesión de alguien que no puede salir de ese laberinto.
Saludos para tí también!
HUMBERTO:
Muchas gracias, Negro! Este texto nació muy pequeñito y fue tomando forma de a poco. Prueba y error. Distintos aspectos gramaticales hasta encontrar los que me cerraban. Y vos -para variar- lo notás y me das una alegría enorme.
Nadie nos corre, milord.
Abrazo fuerte!!!
P/D: El lunes te cuento! ;-)
JULIE:
Muchas gracias, Julie! No fue un texto fácil. Difícil de transitar. Pero sucede que una historia aparece y no puedo quitarla de la cabeza hasta contarla.
La admiración y el cariño son mutuos mi amiga!
Esta tarde, con un café por medio, me dedicaré a disfrutar de tus poemas. Besos para tí!
ROB K:
Me gustan tus comments, Rob! Ese modo tan puntual de describir lo que quise transmitir. Muchas gracias y salud para vos también!
No hay cosa que ahogue más que vivir con una culpa sobre los hombros... Un besote!!!
ResponderEliminarLo que es a mí me llevó a una sesión de tortura en un cuartel clandestino de una calle en el casco antiguo de la capital, un día de mucha niebla y escaso tráfico en las avenidas, y si digo centro es porque ahí pasa más desapercibida la baja de voltaje en los apremios. Aunque este tipo de agresión, "el submarino" no requiere de electricidad en los genitales ni entre las uñas. El Vasco, no sé quién es el Vasco, hace la tortura inversa, la de programar a la mina que la culpa no fue de ella, pero ella no lo entiende, y de todas formas acabará muriendo. De tanta vida. O tanta culpa.
ResponderEliminarNo me hagas caso Bee...
Un beso.
Estoy seguro de que tu Padre se deleita con tus cuentos, porque están rayando la perfección, o mejor, no se puede hacer mejor una descripción de una escena. No se puede contar mejor una obsesión, una culpa, una conversación. Como siempre, cada frase es un fotograma de la acción y pienso, que la unión, hace de tu escritura; cine. El mejor cine narrado que he leído nunca.
ResponderEliminarMe encanta leerte, Bee.
Abrazos
un texto extraordinario que se maneja en tiempos y espacios distintos y hace que uno llene los espacios, mentalmente. FASCINANTE!!!!!
ResponderEliminarAbrazos Bee
Me has dejado sin aliento y jugando ajedrez con mis pecados...
ResponderEliminarufff será que el día está muy lluvioso por acá...
Abrazos
Carlos
Tu papá educó a una gran mujer.
ResponderEliminarBien por él.
Bien por ti.
El relato es tremendo.
Casi me asfixia.
Besos.
MI ÁLTER EGO:
ResponderEliminarAsí es, mi amiga. Es como tener la espada de Damócles sobre la cabeza.
Un beso para tí!
SARCO:
Hola, Sarco! Ves? Por eso muchas veces me gusta escribir sin la obligación de resolver el dilema. Porque cada lector edifica su propia historia. Y ese ida y vuelta, a mí me encanta.
Y sí te hago caso, amigo. Tu visión es algo muy familiar y terrorífico que también padeció mi patria...
Un abrazo fuerte, amigazo!
ANTONIO:
Muchas gracias por tus generosas palabras, Antonio. Saber que una historia puede capturar la atención del lector aunque sea por un momento, ya es un premio estupendo para mí.
Abrazo fuerte!
MARTA:
Te agradezco, Marta. Y sí también adhiero a esa idea -inútil- de autoflagelarse porque en definitiva, la conciencia te persigue como un perro de presa.
Luego iré a visitarte, pues me gustaría leer tu historia.
Un beso y nos vemos más tarde por tu blog!
ESCARCHA:
Muchas gracias, Diana querida! Fue bien "asfixiante" la elaboración de la historia ;-) Pero creo que finalmente pude transmitir lo que rondaba mi cabeza.
Besos embrujados, amigaza!!!
INNOMBRABLE:
Por aquí tambié llueve, Carlitos! ;-) Pronto andaré por tu blog. ES que sigues tan prolífero que no me das tiempo!
Abrazo!
TORO:
Xavi, sos un encanto. Pero eso ya lo sabés.
Besazo salvaje, Toro Loco y querido!
Me pareció excelente el clima que creaste; también la forma de describir lo que está pasando, de un modo seco, pero muy poético.
ResponderEliminarY para culminar, cada uno se hace su propia película con la situación.
Un abrazote, Bee.
Te leo y luego leo a los otros
ResponderEliminarlos comentarios y tu relato tan bien logrado de alguien como vos...
Te presiento aun que no te conozco Con la apertura que das en mi blog es como que casi te conozco A vos mucho mas que a tus magnificas letras
me voy tomando una taza de te con 10 gotas de leche entera
bee…
ResponderEliminarcomo siempre, abrís una ventana unos minutos y vislumbramos toda una historia.
muy bueno
ella
Te cuento si no fuera por el seguro de salud que es tan caro en Buenos Aires..me iria
ResponderEliminarquizas puedo llevar mi seguro de aqui...
Tengo el deto en Cabildo y el resto es historia
chau escritora besos
MIRELLA:
ResponderEliminarMuchas gracias, Mirella. Fue todo un tema el intentar lograr ese clima del que hablás. Es difícil no caer en lugares comunes y la idea es seguir buscando otros recursos. Un beso para vos!
MUCHA:
Jajaja!!! Gracias, mujer! Qué rico el té!
NOSDEL:
Gracias por leer, Su! es una alegría para mí saber que te podés meter en la historia.
Besos miles!
MUCHA:
Venite, Mireya! Después se verá! ;)
Mudo me dejaste. No es fácil hacerlo. Frank henchido de orgullo. Va a sabés dónde. PD: Yegua de Fuego tenías que ser. Beso!
ResponderEliminarSe siente el agobio de la culpa de esa mujer que quiere sufrir el mismo calvario de alguien que motivó su culpa. Siempre logras reproducir el 'CLIMA' en el lector, que llega tenso hasta el final, como me ha pasado a mí!!
ResponderEliminar¡Qué orgullo tan legítimo debe sentir papá por su BEE!!
Abrazote!!!
ATO:
ResponderEliminarHola, Pepe!!! Gracias, Tiger! Me alegra que te haya gustado!
Besazo salvaje!
P/D: Vengo de tu blog. No puedo dejar de reime! Y sí soy yegua de Fuego, que le vamos a hacer...
CEO:
Muchas gracias, Maestro!!! Es fenomenal saber que se pudo transmitir lo que uno tiene en la cabeza.
Un abrazo bien grande, Eduardo!
Tierna y delicada historia de agua y recuerdos...
ResponderEliminarBueno, quizá me he equivocado de percepción, a mí también me llega la asfixia y el sentimiento de culpa, debe ser un legado de la educación tardocatólica.
Abrazos, compañera.
Jajaja!!! Me gusta el concepto "educación tardo católica"
ResponderEliminarUn abrazoo para tí también, amigo!
Hay culpas que asfixian de una manera irracional, aun cuando dicha culpa es inexistente.
ResponderEliminarComo siempre un placer asfixiarme entre tus palabras.
besos de gofio.
Hola
ResponderEliminarnublado en Miami
mientras tomo batido de frutas te escribo
Una semana interesante he pasado con confesiones de mujeres
espero la tuya mientras me deleito con mi
Batido de frutas
Un relato de suspense excelentemente ejecutado. Me gusta mucho tu manera de narrar, austera y muy pulcra.
ResponderEliminarFelicidaes, seguiré leyéndote.
Un Saludo
Setefilla
Que bueno Bee! Lo leì mientras iba perdiendo la respiraciòn...y no creo poder recobrarla porque intuyo que la protagonista nunca creerà que no fue su culpa!
ResponderEliminarBeso y felicitaciones por este cuento.
GLORIA:
ResponderEliminarMuchas gracias, Glo! Es verdad, a veces la mente nos juega malas pasadas. Besos de gofio!
MUCHA:
Hola, Mucha! Qué rico! Me voy a dar una vuelta por tu casa!
SETEFILA:
Te agradezco mucho, Sete! Es un gusto tenerte por aquí. Un saludo para tí también!
MAGAH:
Hola, Gaby!!! Me encanta lo que me decís. La idea era poder transmitir esa idea de ahogo.
Muchas gracias y besos miles, amiga!
Hay chica Me has hecho reir con tu comentario y los comentarios que despues de escribir me diste
ResponderEliminarmil besos
Uyyyy!!! No me quiero imaginar!!! Voy a ver de qué se trata! ;-)
ResponderEliminarCuánta crueldad esconden los fantasmas que nos atormentan hasta la locura... Y qué penitencia la humana cuando uno sólo se puede enfrentar a su culpa cruzando el límite... Qué inevitable resulta hundirse en el fango para alcanzar la única opción de vida que palpita en esa cueva profunda que es el horror de no querer existir... Un beso Bee y un pensamiento para tu papi...
ResponderEliminarMuchachita
ResponderEliminarme gusta como pensas
Un tópico interesante para todos en mi blog
me interesa tu sabia opinion
mil besos y gracias
Un contenido de intensa violencia y amargura y con el abuso del cruel contra los débiles.
ResponderEliminarMe sacude y quisiera que no pasen éstas cosas.
Quizás los que escribimos somos ilusos que pensamos que por denunciar las cosas, otro va y las arregla
Pero luego en la historia puedes ver que van y descomponen o empeoran todo.
Quisiera que a mí mismo me quedáse claro que no me corresponde arreglar el mundo. PERO no puedo.
MELVIN:
ResponderEliminarUna reflexión estupenda, Mel. Creo que lo has bordado, amigo.
Un beso enorme para tí!
MUCHA:
Hola, Mucha! Gracias a vos porque permitís expresar a los lectores sus opiniones con respeto libertad.
Besos porteños, Mireya!
CARLOS:
Vaya tema, Carlitos! Tengo que frenar los dedos y la voz para detener la heroina que sale de mis tripas. A veces lo logro... ;-)
Abrazo fuerte!
Un relato descorazonador y excelente. Hay sucesos que nunca se pueden, podrán ni podremos olvidar. Y hay relatos -como el que nos atañe- que discurren al límite de la realidad y la ficción.
ResponderEliminarBesos!
Muchas gracias por tus palabras, Jose. Un gustazo tenerte por acá.
ResponderEliminarUn abrazo.